«Pasarelas» entre Cuerpos policiales: «Soy agente de los Mossos y quiero ser policía nacional»

Desde finales de 2017 se multiplican los casos de mossos que quieren mudarse del colectivo, pero para el Ministerio del Interior regular estos trasvases no es una prioridad

Policíía y Mossos en la huelga general en Cataluña del 3 de octubre del año pasado JAIME GARCÍA

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Son policías y quieren poder seguir siéndolo «en Barcelona, en Bilbao, en Murcia o en Teruel». Son mossos y reclaman su derecho a una movilidad interadministrativa que les permita pasar a formar parte del Cuerpo Nacional de Policía (CNP). Algunos, porque quieren abandonar Cataluña, cansados de «la matraca independentista» . Otros, simplemente necesitan mudarse a otras partes de España por cuestiones familiares: porque no son catalanes y quieren volver a su tierra, o porque, aunque sí lo son, sus parejas son de otras regiones. Muchos conjugan ambas motivaciones para querer pasarse al CNP: «La situación es insostenible. No quiero que mis hijos se eduquen aquí» , explica a ABC una agente de los Mossos. Prefiere mantener el anonimato por miedo a represalias de sus superiores: « Si no eres afín al régimen nacionalista, no tienes cabida» .

Sea por razones políticas o por motivos estrictamente personales, lo cierto es que los agentes que quieren vestir el uniforme de otro Cuerpo policial no lo tienen nada fácil. La Ley de Régimen de Personal de la Policía, aprobada en 2015, recogía en una de sus disposiciones adicionales la posibilidad de esta pasarela. Sin embargo, nunca se ha llegado a aprobar un reglamento que la desarrollase. Cuando tras el referéndum independentista del 1 de octubre de 2017 el Govern de Carles Puigdemont pisó el acelerador secesionista se multiplicaron los casos de mossos que reclamaron mudarse de Cuerpo policial. Juan Ignacio Zoido, entonces ministro de Interior del Gobierno del PP, se comprometió a estudiarlo. Pero el anuncio quedó en agua de borrajas. Ahora, el actual responsable de Interior, Fernando Grande-Marlaska, sigue teniendo esta cuestión sobre la mesa. Pero tampoco para el Gobierno del PSOE es una prioridad . Fuentes ministeriales consultadas por este diario admiten que no se han puesto a trabajar en esta pasarela. En una cartera con asuntos de tanto calado sobre la mesa, un sistema que permita a los agentes esta movilidad no es un asunto preferente.

«Falta voluntad política», lamenta Juanjo Torrente , secretario general de la sección de Mossos del sindicato CSIF. Lleva años luchando por esta pasarela. No es sencillo calcular cuántos agentes del cuerpo policial catalán estarían dispuestos a pasar a formar parte del CNP. Lo que está claro es que el apogeo del «procés» en el último trimestre de 2017 disparó el número de interesados. Torrente los cifra entre 300 y 500 agentes . El Cuerpo de Mossos lo componen más de 16.000 policías.

Vivir entre dos regiones

De todas formas, desde el CSIF evitan limitar sus aspiraciones a una cuestión política. Por eso intentan reunirse con todos los partidos políticos, «desde Podemos hasta Vox». Porque su interés es que esta movilidad administrativa sea bidireccional. Es decir, que los mossos puedan ser policías nacionales, pero también que éstos tengan la posibilidad de hacer carrera en el Cuerpo catalán . El sueldo de los mossos es sensiblemente superior al del CNP y esto podría atraer a policías de otras partes de España. El paso a la Guardia Civil ya se antoja más complicado por su naturaleza militar.

Manuel es uno de los mossos que quiere ser policía nacional. Su nombre es ficticio. Prefiere que no conste su nombre real para que ni sus jefes ni sus compañeros lo etiqueten. Es de la Comunidad Valenciana y está destinado como mosso en la provincia de Tarragona. Vive a caballo entre la localidad catalana en la que trabaja y su población de nacimiento. Quiere irse desde «que la cosa se puso fea», dice en alusión al proceso independentista. Pero de quedarse en Cataluña, añade, preferiría hacerlo trabajando como agente de la Policía Nacional .

Quienes defienden esta flexibilidad para vestir otros uniformes no se limitan a la pasarela Mossos-Policía Nacional. Lo extienden a otros cuerpos autonómicos como la Policía Foral de Navarra, la de las Islas Canarias y la Ertzaintza del País Vasco. Sería el caso de Iñaki –nombre ficticio–, natural de Bilbao y ertzaina en una pequeña localidad vasca. También en él se mezclan razones personales y políticas para cambiar de aires. Su pareja es de fuera del País Vasco y, aunque considera que la presión que dice sufrir no es comparable a la que cree que sufren los mossos, tampoco se libran: «No está bien visto que te consideres español y vistas el uniforme de una policía autonómica» .

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