Montoya, a la espera de declarar ante la juez que instruye el caso

Bernardo Montoya era trasladado a primera hora de la mañana. Fuera le esperaban un grupo de vecinos que le han increpado. La Guardia Civil debía llevarle al juzgado antes de las 13:00 horas, cuando se cumplían las 72 horas de detención que permite la ley. Mientras, los abogados disponían de  tiempo para ver el sumario. De eso dependía que Bernardo declarara o se negara a hacerlo. La Guardia Civil intenta terminar las diligencias que faltan. Las más importantes son el ADN de la sangre que encontraron en la vivienda, a pesar de que Bernardo había limpiado, para saber si es de Laura, y  localizar el arma del crimen que, según la autopsia, tenía que ser un objeto contundente, tipo barra o palo. En la casa había herramientas que se están analizando. Tampoco encuentran el teléfono de Laura, necesario para situar cada paso que dio la joven desde que la raptó en la puerta de su casa. Bernardo Montoya cometió el error de no apagar el móvil de Laura hasta las ocho de la tarde, cuando se perdió su señal en el monte. A esa hora, según un testigo que vio su coche, ya habría dejado a Laura en las jaras, quizá aún con vida.  -Redacción-