Mallorca rinde homenaje a los guardias civiles Carlos Sáenz de Tejada y Diego Salvá
Los dos agentes fueron asesinados por la banda terrorista ETA en Palmanova el 30 de julio de 2009
La localidad mallorquina de Palmanova ha acogido este martes un acto de homenaje a los guardias civiles Carlos Sáenz de Tejada y Diego Salvá, asesinados por ETA el 30 de julio de 2009, hoy hace exactamente diez años, tras explotar la bomba lapa que la banda terrorista había adosado previamente en su vehículo. El doble crimen tuvo lugar ante el cuartel de la Benemérita en la citada localidad. Fue el último atentado mortal de ETA en España.
El acto de esta mañana ha sido organizado por el Ayuntamiento de Calviá y por la Guardia Civil. Han asistido al homenaje las principales autoridades civiles y militares de Baleares, entre ellas la presidenta del Gobierno regional, la socialista Francina Armengol. Han estado también presentes familiares y amigos de Diego y de Carlos. En el transcurso del acto se ha llevado también a cabo una ofrenda floral. En paralelo, diputados de todos los partidos con representación en el Parlamento balear han guardado un minuto de silencio ante la sede de la institución, ubicada en Palma, en recuerdo de ambos guardias civiles.
«Hoy recordamos a Diego y a Carlos, y lloramos sus muertes. Unas muertes que resulta imposible aceptar, simplemente porque no murieron, los mataron », ha recalcado el alcalde de Calviá, el socialista Alfonso Rodríguez, durante su alocución. Por su parte, el actual jefe de la Guardia Civil en Baleares, el coronel Alejandro Hernández Mosquera, ha recordado que aún no han podido ser identificados los autores materiales de ese atentado mortal, labor en que se seguirá trabajando hasta conseguir encontrarlos, detenerlos y juzgarlos.
Diez años después
Aquel 30 de julio de 2009, el dolor pudo haber sido aún mayor, ya que ETA había colocado una segunda bomba lapa en Palmanova , en concreto, en otro de los vehículos de la Guardia Civil estacionados en la localidad. El artefacto fue encontrado por la tarde enfrente del antiguo cuartel de la Benemérita. Poco después, los artificieros de la Guardia Civil explosionaron de forma controlada esa segunda bomba lapa. Previamente, habían desalojado los edificios próximos y habían acordonado toda la zona.
Un día después del atentado criminal de Palmanova, la capilla ardiente de Diego y de Carlos fue instalada en el Palacio de la Almudaina de Palma, justo enfrente de la Catedral, que acogió luego el oficio religioso. Los féretros serían trasladados hasta la Seo a hombros de sus compañeros. La misa funeral contó con la asistencia de los entonces Príncipes de Asturias , así como del presidente del Gobierno en aquel momento, José Luis Rodríguez Zapatero, y el líder de la oposición, Mariano Rajoy, entre otras autoridades civiles y militares.
Casi dos décadas antes de dicho atentado mortal, el 30 de julio de 1991, la banda terrorista había actuado ya en Mallorca, haciendo explotar en Palma un coche bomba ante un bloque de viviendas militares y otra bomba ante una finca ocupada por tres oficiales. A causa de ambos atentados, hubo varios heridos leves. Posteriormente, en agosto de 1995, ETA intentó atentar contra Don Juan Carlos durante su estancia estival en el Palacio de Marivent.
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