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Bernad puso en marcha una estrategia para conseguir dinero si Manos Limpias al retirarse del juicio de Nóos - AFP

Caso Manos Limpias y AusbancLos investigadores desmienten la versión de Bernad sobre la Infanta

El líder de Manos Limpias admitió ante el juez que negoció retirar la acusación contra Doña Cristina, pero lo justificó en «el bien de España»

Madrid Actualizado: Guardar
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Las investigaciones de UDEF de la Policía en torno al caso Ausbanc desmienten de forma rotunda la versión del secretario general de Manos Limpias, Miguel Bernad, quien ante el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz admitió que negoció retirar los cargos de la Infanta Cristina en el caso Nóos «por el bien España» y no por dinero. Según informes a los que ha tenido acceso ABC, tanto él como el presidente de Ausbanc, Luis Pineda, pusieron en marcha una estrategia para conseguir una importante suma de dinero a cambio de que Manos Limpias dejase de ejercer la acusación contra Doña Cristina.

En su declaración ante el juez, a la que accedió ABC, el secretario general de Manos Limpias relató que tuvo un encuentro con el presidente de La Caixa, Isidro Fainé, y que el sindicato llegó a redactar «un borrador de escrito de desistimiento» para retirar la acusación contra la Infanta.

Bernad, quien aseguró que este encuentro se produjo «bastante antes» de que comenzara el juicio del caso Nóos, insistió en todo momento en que le movía «el bien de España». Según su versión, Fainé y otros responsables de la entidad financiera le pidieron «dulcificar» el asunto de la Infanta porque estaba «desestabilizando a las instituciones».

«Nunca me ofrecieron dinero y yo nunca les pedí dinero», explicó el líder de Manos Limpias, visiblemente nervioso. Acorralado por el fiscal, admitió que él siempre estuvo a disposición de «las instituciones del Estado para que esto se solventara». Pero el supuesto pacto se vino abajo, según la versión de Bernad, por las «maniobras torticeras» del abogado Miquel Roca, a quien acusó de tenderles una trampa con un ofrecimiento de dinero. «Se lo advertí al señor Fainé: Roca se acaba de cargar la posibilidad que había de salvar este tema por el bien de España», concluyó Bernad ante el juez.

El secretario general de Manos Limpias narró incluso que el presidente de La Caixa le prometió un abrazo y una fotografía con el Rey «si esto llega a buen puerto». La entidad financiera negó, en declaraciones a ABC, que Fainé se reuniera con Bernad y que se haya negociado por la situación procesal de la Infanta. Sí reconocieron que representantes del banco recibieron al líder de Manos Limpias ante su insistencia.

«Seguirle la corriente»

Bernad también aseguró que desconocía si Luis Pineda, el líder de Ausbanc, había exigido dinero a cambio de que Manos Limpias se retirara del caso y se desvinculó de él totalmente. Aunque reconoció «seguirle la corriente», alegó que recomendó a los portavoces de La Caixa no reunirse con él.

Estas explicaciones, sin embargo, quedan totalmente desmentidas por los documentos policiales a los que ha accedido ABC y por la tesis de los investigadores: tanto Bernad, primero, como Pineda, después, exigieron una gran cantidad de dinero a cambio de retirar la acusación. El juez, que encarceló a ambos sin condiciones, también sitúa este intento de extorsión entre los casos detectados por la investigación de esta trama criminal.

Pineda mantuvo numerosas conversaciones con el director de Comunicación de Manos Limpias, Francisco Javier Castro-Vilacañas, y con el propio Bernad. En todo momento es Pineda quien da las instrucciones sobre cómo actuar en este asunto, ya que el sindicato simplemente era el instrumento que iba a utilizar para presionar con el objetivo de obtener importantes ingresos.

A primeras horas de la tarde del pasado 29 de febrero Luis Pineda llamó al director general de la Fundación La Caixa para proponerle retirar la acusación contra Doña Cristina. Incluso le explica que la fórmula para hacerlo sería la misma que se utilizó en el caso de Braulio Medel, presidente de Unicaja; es decir, pactando una declaración de la acusada que sirviera luego para justificar la retirada de la acusación.

Tras la declaración de la Infanta, a las nueve y cuarto de la noche del 3 de marzo, Pineda volvió a hablar con Castro-Vilacañas para comentar la actitud de la abogada del sindicato, Virginia López Negrete. Para el presidente de Ausbanc, la letrada se «había pasado», pero tampoco le dio mayor importancia porque «luego tendrá que plegar velas» y «hacer lo que debe hacerse, no lo que le guste a ella», que además «ya ha tenido su momento de gloria». Cerca de las dos de la tarde del 14 de marzo, Pineda continúa con su estrategia y se pone en contacto con el subdirector general de la Asesoría Jurídica del Banco de Sabadell, Gonzalo Barettino, al que le pide que comente a Miquel Roca, abogado de la Infanta, que el interlocutor para pactar la retirada de la acusación contra Doña Cristina es él mismo. Unas tres horas después Barettino le da cuenta de que ha hecho su encargo y que Roca le había pedido que le acompañase a la reunión entre ambos, fijada para el 15 de marzo.

Comparecencia voluntaria

El 29 de marzo el responsable de la Fundación La Caixa decide comparecer de forma voluntaria en dependencias de la UDEF, donde relata que había recibido una oferta de Luis Pineda en la que se ofrecía a interceder para la retirada de la acusación contra la hija menor de Don Juan Carlos y Doña Sofía. Además, precisa que hacía seis meses había recibido una propuesta de Bernad y de Lorenzo González, propietario de la empresa de seguridad LPM, en el sentido de que el máximo responsable de Manos Limpias intercedería a favor de la retirada de la acusación a cambio de una ayuda económica para la citada sociedad de dos millones de euros.

En su declaración, el director general de la Fundación La Caixa dijo que en ningún momento hubo intención de ceder en algunas de sus propuestas, y que simplemente decidió tener esa conversación para conocer el alcance real de los hechos, ganar tiempo y estar informado de las intenciones reales de Bernad y González. Si ahora se decidía a contarlo era porque estaba recibiendo presiones para que se pronunciase sobre la oferta, lo que podría provocarle problemas legales al estar relacionado con una actividad irregular.

El 30 de marzo son Gonzalo Barettino y Miquel Roca los que decidicieron presentarse en dependencias policiales, donde relatan que Pineda les había ofrecido una reunión para tratar de este asunto. El abogado de la Infanta explicó a la Policía que no quería celebrar la entrevista por deontología profesional, pero sentía «curiosidad» sobre lo que podría querer el presidente de Ausbanc. Por esa razón, a la cita del 15 de marzo acudió solo Barettino. Según el relato de éste, al principio Pineda hizo una introducción sobre la marcha del juicio. Explicó que se estaban planteando cambiar su posición en lo relativo a la acusación popular, pero hizo hincapié en que habían tenido unos gastos procesales que podrían llegar a tres millones de euros. Barietto interpretó que se trataba de un ofrecimiento por parte de Pineda y decidió en ese momento dar por finalizada la reunión.

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