Guía para no equivocarse al votar en el Congreso de los Diputados

Las votaciones en el Congreso de los Diputados son prolijas en anécdotas y despistes entre nuestros parlamentarios. Por ejemplo, este miércoles,el propio presidente del Gobierno Mariano Rajoy se confundió al votaren contra de una enmienda de Nueva Canarias, partido que ha aportado el decisivo diputado 176. También se equivocaron, entre otros parlamentarios, Eduardo Madina (PSOE), Pablo Iglesias (Unidos - Podemos) o Melisa Rodríguez (Ciudadanos). Sobre la mesa varios cientos de enmiendas a las diversas partidas presupuestarias (Casa Real, Defensa, Educación, Fomento, Asuntos Exteriores, Empleo, Energía, etc...) y 15 segundos de votación por enmienda. Lo que auguraba varias horas de votación: Un terreno abonado para los despistes y distracciones.

Con el propósito de evitar estos problemas a sus señorías, en esta guía urgente vamos a recordar cómo se vota en el Congreso de los Diputados:

Tipos de votación

La presidenta de la Cámara Baja, Ana Pastor, es la persona encargada de fijar la hora de la votación o de posponerla, si esta se retrasa por que continúe el debate. Así lo establece el artículo 81 del Reglamento de la Cámara.

En este sentido, habrá cuatro tipos de votación: «Por asentimiento a la propuesta de la Presidencia», «Ordinaria», «Pública por llamamiento» o «Secreta» (artículo 82 del Reglamento del Congreso de los Diputados). Nos centraremos en la segunda, pero antes mencionar que en las votaciones por asentimiento se considerarán aprobadas las propuestas que no susciten reparos u oposición; en los casos de la «Pública por llamamiento» o «Secreta», deberán de solicitarla dos grupos parlamentarios o una quinta parte del Pleno o de los miembros de la Comisión que corresponda. En el caso de una votación «Pública por llamamiento», un secretario de la Mesa, irá nombrando por orden alfabético a sus señorías para que respondan según el sentido de su voto: «Sí», «no» o «abstención» (artículos 85 y 86 del Reglamento del Congreso).

Sin embargo, los mayores líos están en las denominadas votaciones ordinarias (art 84), que pueden hacerse levantándose por turnos los diputados que estén a favor, en contra o se abstengan sobre una determinada propuesta.

O bien por un procedimiento electrónico...

Como un semáforo

En estos casos, la presidenta del Congreso Ana Pastor da a un botón que da inicio a la votación y, para hacer pública sus opciones, sus señorías, tienen un panel con cuatro botones: Uno blanco, en el que señalan su presencia en el Hemiciclo y luego otros tres de diferentes colores: rojo para el «no»; verde para el «sí» y amarillo para la «abstención».

Pero como resulta evidente, no todas sus señorías conocen al milímetro materias tan diversas como la Casa Real o las interioridades presupuestarias del Ministerio de Agricultura. Amén de los números de entes públicos como Radio Televisión Española (RTVE). Para remediarlo tendrán que estar atentos al portavoz o portavoces adjuntos del Grupo Parlamentario en el que militemos, ya que este ha recibido cumplida cuenta de los responsables de cada área y conoce lo que toca votar en cada una: Si alza un dedo toca votar que «sí», dos dedos es un «no» y, si enseña tres dedos, debemos abstenernos.

El problema surge cuando los portavoces y sus adjuntos se confunden, como le ha pasado este miércoles a la parlamentaria Isabel Rodríguez, portavoz adjunta del PSOE. Al menos 26 diputados socialistas votaron erróneamente en contra de varias enmiendas del diputado Pedro Quevedo (Nueva Canarias) en la partida de Fomento. En estos extremos, está Guía Urgente recomienda tomárselo con humor.