Jaime de Rábago

Una gran baza tecnológica para España

El Futuro Sistema Aéreo de Combate Europeo es un proyecto multidisciplinar que va más allá del desarrollo de un nuevo avión

La ministra Robles recibe el memorando de manos de Macron; al lado, sus colegas francesa y alemana AFP

Jaime de Rábago

Nuestra ministra de Defensa, Margarita Robles , firmó en París la adhesión oficial de nuestro país al programa del Futuro Sistema Aéreo de Combate Europeo, impulsado inicialmente por Francia y Alemania. Con ello, España se incorpora a un programa europeo de defensa estratégico para nuestro país tanto desde el punto de vista operativo como político. Y que es, además, una gran baza tecnológica de futuro para la industria aeronáutica española. Todo un éxito que debemos capitalizar adecuadamente, porque queda un camino difícil que recorrer todavía en este programa y España debe jugar sus cartas hábilmente.

El FCAS -en sus siglas en inglés- es un proyecto multidisciplinar que va más allá del desarrollo de un nuevo avión. Se trata de un sistema aéreo de armas de nueva generación que requiere el desarrollo de tecnologías de futuro en ámbitos muy innovadores como el ciberespacio, la digitalización, la simulación, la interconectividad con otras plataformas, la seguridad o, entre otras, la integración de enjambres de aeronaves pilotadas de forma remota.

Para la industria española, la adhesión al programa FCAS es mucho más que una buenísima noticia. Significa la posibilidad de compartir el siguiente salto tecnológico que se va a dar en Europa en defensa, aeronáutica, seguridad y espacio, de igual a igual con el resto de empresas europeas.

Significa, dicho de la manera más clara posible, la posibilidad de que nuestras empresas puedan mantener el alto nivel de liderazgo tecnológico adquirido, fruto de años de trabajo conjunto entre la Administración y la industria, de décadas de esfuerzo presupuestario y de inversión en I+D+i . Desde el sector, consideramos que tenemos la responsabilidad de proteger ese conocimiento, pero también el empleo, la tecnología y el tejido industrial que tanto esfuerzo y valentía ha costado conseguir y que, sin este programa de colaboración europea, corremos el riesgo de perder.

Ahora bien, es vital que nuestro Gobierno se implique en el programa FCAS desde sus primeras fases de la mano de la industria española.

Tras la adhesión oficial de España se sucederán los primeros paquetes de trabajo, como el Estudio Conceptual del Programa y líneas de desarrollo de tecnologías clave que condicionarán las capacidades del futuro avión. Y España y su industria deben estar ahí , puesto que, en esos primeros contratos, van a desarrollarse las tecnologías que marcarán el futuro de la industria aeronáutica y de defensa, no sólo europea sino global. No hacerlo ahora implicaría no participar en las líneas tecnológicas avanzadas y diferenciadoras del programa, viéndonos abocados a la realización de paquetes meramente industriales. Por capacidad tecnológica y por ambición de país, eso no debe ocurrir.

Como industrias de alta tecnología que somos, impulsamos el crecimiento económico de España , generamos un volumen de negocio de 9.000 millones de euros, 43.000 empleos cualificados, invertimos el 10% de nuestra facturación en I+D, y nuestra actividad, además de contribuir a la seguridad y bienestar de nuestros conciudadanos, aporta solidez al tejido industrial, cohesiona territorialmente nuestro país y nos proporciona soberanía tecnológica. Pero nada de esto ha sido fruto de la casualidad, sino de una trayectoria iniciada hace muchos años, con decisiones valientes y con visión de futuro. Como fue la decisión del programa Eurofighter, el caza europeo al que España se sumó a principios de los ochenta y que supuso un gran salto cualitativo para nuestra base industrial que hoy compite de tú a tú en los mercados internacionales.

El FCAS es la gran baza tecnológica de España para los próximos 50 años , en la que gobierno e industria deben ir de la mano, a imagen y semejanza de nuestros homólogos europeos. Todo un reto que definirá cómo será la industria española de defensa, seguridad, aeronáutica y espacio a la que aspiremos en ese futuro que, no lo dudemos, empezamos a construir hoy.

* Jaime de Rábago es presidente de TEDAE (Asociación Española de Tecnologías de Defensa, Seguridad, Aeronáutica y Espacio)

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