En Folgueroles «todos son Txevi»

El secesionismo invade cada rincón del pueblo donde fue edil un CDR detenido: «Es el Estado, que quiere provocarnos»

La imagen del detenido junto a símbolos indepedentistas en el Ayuntamiento de Folgueroles ADRIÁN QUIROGA

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La pancarta que cuelga en la rotonda de entrada al pueblo -«tots som Txevi» (todos somos Txevi)- desprende más literalidad que literatura. Difícil encontrar entre los algo más de 2.200 vecinos de Folgueroles (Barcelona) a alguien que no defienda que su exconcejal Xavier Buigas, de 48 años, uno de los nueve independentistas detenidos por presuntamente estar preparando explosivos , es un «preso político».

La pancarta de la rotonda que da la bienvenida a este pueblo de la comarca de Osona, a siete quilómetros de Vic, es solo el vestíbulo de una localidad cuyo espacio público ha sido tomado por la escenografía independentista: lazos amarillos en casi cada árbol , puentes y farolas en solidaridad con los políticos del «procés» encarcelados; banderas «esteladas», murales con las caras de estos nueve líderes, pancartas reivindicando que «ni prisión, ni exilio» y pintadas de «libertad». Ni la fachada del ayuntamiento se libra de dichos emblemas, que copan también los balcones de chalés, pisos y masías de la localidad.

Hasta aquí, la simbología «mainstream» del secesionismo, cualitativamente semejante a la de cualquier pueblo catalán con la misma idiosincrasia, aunque si cabe con una densidad mayor de amarillo por metro cuadrado. Pero desde que el lunes fue detenido, en Folgueroles la efigie de Xavier Buigas, alias «Txevi» , vecino de este municipio hasta que hace dos meses se mudó a una masía de la cercana población de Sant Pere de Torelló (Barcelona), se ha abierto paso en el espacio público: hasta de la fachada del consistorio, en el que el detenido fue edil de Esquerra Republicana de Cataluña (ERC) desde 2011 y durante un mandato, cuelga una gran pancarta con su rostro y el lema -en catalán- de «todos somos Txevi».

«Txevi» ha dicho ser también el alcalde de la localidad, Xavier Roviró, amigo personal del detenido, que, tras el arresto, no dudó en calificar el operativo de la Guardia Civil como una «estrategia» para «asustar a los independentistas», y que define al exedil republicano como «un hombre de paz». «No le encontrarán nada al Txevi» , se aventuró a decir tras los arrestos. El alcalde rechazó hablar con ABC durante estos días escudándose en «problemas de agenda».

El detenido, durante su presentación como candidato de ERC en Folgueroles en 2011 a cargo de Oriol Junqueras

Las palabras del alcalde representan bien el imaginario colectivo de la localidad. No se hablaba de otra cosa esta semana en las calles de Folgueroles. Todos los vecinos que conversaron con ABC compartían la misma opinión, articulada a menudo con idénticas palabras . En síntesis, que las detenciones de la Guardia Civil por orden de la Audiencia Nacional responden a un nuevo capítulo de «represión» del Estado contra Cataluña; que lo que hay es una «persecución ideológica» del independentismo y que esos nueve miembros de los autodenominados Comités de Defensa de la República (CDR) detenidos son, del mismo modo, víctimas de la maquinaria del Estado para aniquilar el separatismo. El discurso de que el independentismo es un movimiento totalmente pacífico en el que «no se tira un papel al suelo» acaba degenerando en que «no pueden ser violentos porque son independentistas» .

Los CDR son «gente de paz»

Y es que los vecinos de Folgueroles van más allá de la presunción de inocencia y no se plantean otra cosa que no sea que los nueve detenidos son «gent de pau» (gente de paz) . «No son violentos (los detenidos), los violentos son ellos (el Estado)», valoraba Jordi, un vecino de la localidad, en una conversación con este diario, y que enmarca el operativo de la Guardia Civil contra los nueve supuestos terroristas como una previa de la inminente sentencia del Tribunal Supremo contra los líderes del «procés». Imma, vecina del cercano pueblo de Tavernoles también cree «injustas» las detenciones del lunes. «Parece que nos quieren provocar», añade sobre dicho operativo.

No dudan de ninguno de los detenidos, pero todavía menos si cabe del «Txevi», el corpulento exconcejal de la localidad que trabaja como guardia forestal en el cercano Espacio Natural de las Guilleries-Savassona. «Yo no lo conozco, pero todo el mundo dice que el Txevi no mataría ni a una mosca», dice Imma. Sí que tenía relación con él Xavi, otro vecino, pues vivían en la misma calle hasta que el exedil se mudó hace un par de meses. Augura que los investigadores «no le encontrarán nada». No concibe que «Txevi» pudiera estar organizando sabotajes con fines secesionistas. «Como mucho, una barricada», reflexiona. Y sus palabras parecen sinceras cuando define como «una bellísima persona» a Xavier Buigas. «Si no fuera bueno, también te lo diría», añade.

De momento, de esta investigación, que permanece bajo secreto de sumario, ha trascendido entre otras cosas que al menos dos de los nueve detenidos admitieron que planeaban fabricar explosivos para algunos «sabotajes» una vez que el Supremo dicte la sentencia del «procés». También que hicieron pruebas con explosivos y, tal y como informó este diario, uno de ellos explicó que les iban a permitir acceder al Parlamento catalán para una especie de «encierro» . Ante estos y otros indicios, será la investigación de la Audiencia Nacional la que deberá determinar el alcance de los propósitos de los detenidos. En definitiva, si estos CDR no habrían «matado ni a una mosca», como defienden en Folgueroles, o si pretendían ahuyentarlas a cañonazos. O con Goma-2.

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