Fieles a Aznar y críticos, fuera de las listas populares del 20-D

La renovación practicada en la confección de las listas populares al Congreso y al Senado para el 20-D no sólo ha llenado las candidaturas de caras nuevas y más jóvenes; también ha dejado fuera de juego a algunos históricos, cuya salida es objeto de múltiples lecturas entre los populares. Fuera han quedado, por ejemplo, los diputados más cercanos al expresidente Aznar, los que defendieron una reforma más contundente –y más ajustada al programa popular– de la ley del aborto, o quienes han mantenido una postura crítica con la ortodoxia oficial.

Varios diputados populares destacaron la desaparición, en las listas del Congreso, de compañeros que ocuparon puestos de responsabilidad con el expresidente Aznar y seguían siendo cercanos a él.

Por ejemplo, Gabriel Elorriaga, que fue su secretario de Estado de organización territorial. O Carlos Aragonés, exdirector de gabinete de Presidencia también con Aznar. Este último encontró hueco como número 3 por Madrid en la lista al Senado.

Veteranos y noveles

Todos los diputados que defendieron una postura más contundente en la reforma del aborto –ciñéndose con ello al programa del PP–, y se abstuvieron de votar la modificación «light» aprobada en Cortes, se han quedado fuera. Algunos ya lo habían anunciado, como José Eugenio Azpiroz o Eva Durán. Pero ni ellos ni sus tres compañeros que secundaron la misma postura –Las candidaturas del PP, «justas» para unos y «sin un criterio claro» según otros– están ya en las listas del PP.

Hubo casos de diputados que se quedaron fuera: como Beatriz Rodríguez-Salmones, portavoz de Defensa; Mario Mingo, portavoz de Sanidad; o la sorprendente –para muchos compañeros– exclusión de José Miguel Castillo Calvín, portavoz de Justicia, que algún diputado achacaba a su tendencia a defender aquello en lo que creía aunque chocara con la postura oficial. «Le han laminado, y eso que era muy trabajador, joven y sólo llevaba una legislatura; no responde al perfil del “jubilable”», indicaba otro compañero.

Otros que se han quedado fuera son Ignacio Cosidó, director general de la Policía, y Arsenio Fernández de Mesa, director general de la Guardia Civil. En ambos casos, explicaron fuentes oficiales, se ha primado mantenerlos en su puesto, y que no tuvieran que dimitir para ir en las listas.

María del Mar Blanco

Junto a estas ausencias, surgen nuevas presencias, como la de María del Mar Blanco, presidenta de la Fundación Víctimas del Terrorismo, número 14 en la lista por Madrid. O Marta Domínguez, exatleta y senadora por Palencia hasta ahora, que se incorpora a esa misma lista del Congreso en Madrid en el puesto 19.

A la hora de valorar las candidaturas, algunos cargos y dirigentes las consideran «justas», y destacan que se «ha respetado a algunos veteranos e incluso se les ha adelantado en sus puestos» respecto a 2011, como ocurre en Madrid con Carmen Álvarez-Arenas, María Teresa de Lara o Teófilo de Luis. Era general la coincidencia en la profunda «limpieza» de los más próximos a Aznar.

La guerra por su cuenta

Pero también había visiones críticas de lo ocurrido: «Como no ha habido reglas, todo ha sido irregular, y cada uno ha hecho la guerra por su cuenta», valoraba un veterano exdiputado. Esa falta de un criterio único explicaba porqué «en Canarias ha habido continuidad; en Valencia control del partido y casi no hacía falta ni haber acabado la carrera para estar», y cómo en algunos casos «se ha dejado dimitir del cargo para irse a la lista, como a Gonzalo Robles o la delegada del Gobierno por Canarias, Carmen Hernández Bento, o Juan María Vázquez, secretario de universidades, en Murcia ;pero a otros, como Cosidó y Fernández de Mesa, no les dejan».

Reprochan otros que algunas personas del partido se vean incluidas y «otras como Alfredo Prada hayan quedado tiradas». Hay quien opina que la vicepresidenta Sáenz de Santamaría «apenas ha metido a nadie significativo», salvo los relacionados con el Golbierno, mientras que Cospedal «ha dejado claro que ha hecho las listas» al poner o quitar nombres. La conclusión de este crítico: «el resultado final es muy complicado; la gente solo deberá fidelidad a su líder regional», aunque reconoce que en el equipo del PP también hay «gente muy buena».