Fiarse de Iceta

Rajoy está pasando por alto la deliberada ambigüedad del PSC

Curri Valenzuela

Esta funcionalidad es sólo para registrados

El cierre de filas de los socialistas vivido en Alcalá de Henares, lo normal en momentos de campaña electoral, no supone que PP, Ciudadanos y parte del PSOE se fíen de que el candidato del PSC, Miquel Iceta, se mantenga fiel después del 21-D al acuerdo de los constitucionalistas que tan bien ha funcionado cuando el Gobierno aplicó el artículo 155 para frenar en seco a los independentistas. «Sabemos que si puede preferirá gobernar con ERC», confiesa un dirigente popular.

Ese «si puede» está condicionado, como tantas otras cosas, al resultado electoral. En el caso de que Ciudadanos, PSC y PP juntos sumen más escaños que los partidarios de la independencia, Iceta tendría muy difícil negarse a firmar con los otros dos partidos un acuerdo de Gobierno. Un clavo ardiendo al que se aferran Mariano Rajoy, que hoy comienza su campaña en Cataluña, y Albert Rivera, que no la ha abandonado desde que se convocó a las urnas.

Rajoy está pasando por alto la deliberada ambigüedad del PSC, que por un lado apoyó, a desgana, el 155 y por otro condenó la actuación policial del día del referéndum y consideró «desproporcionada» la medida judicial de encarcelar a los miembros del gobierno catalán que declaró la independencia. Pero los populares son conscientes de que Iceta es heredero de Maragall y Montilla, que gobernaron siete años Cataluña con ERC tras firmar aquel Pacto del Tinell que declaraba el boicot al PP en toda España.

Mantener la unidad de quienes defienden la Constitución ha sido el objetivo primordial de Rajoy, Rivera y los barones socialistas que hace poco más de un año despojaron a Pedro Sánchez de la secretaría general precisamente por querer pactar con los nacionalistas catalanes. Lo seguirá siendo en las próximas cinco semanas, como continuarán apoyando a los secretarios generales del PSOE y PSC aquellos barones que ayer mismo se esmeraban en proclamar, como hizo Susana Díaz, que «este socialismo está donde debe estar». Por ahora, le faltó decir.

Iceta, piensan los populares catalanes y los dirigentes de Ciudadanos, no se sentiría incómodo como ellos si el 21-D las fuerzas nacionalistas se alzan con la victoria. Ese serían, creen, el escenario que le permitiría negociar con Esquerra su apoyo, desde dentro o desde fuera del Gobierno, para adjudicarse el papel de moderador de los independentistas. «Tendría a Sánchez de su lado -vaticina un dirigente del PP- para tratar de alcanzar la presidencia del Gobierno como el político que ha encontrado la solución para que Cataluña no se marche de España».

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación