Diccionario marero, ritos iniciáticos y tatuajes

El cuerpo de los pandilleros, un diario en el que leer sus actos relevantes

Imágenes de los tatuajes de algunos de los detenidos por la Guardia Civil en la operación Cruasán ABC
Cruz Morcillo

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Las maras se valen de un lenguaje propio para mantener una comunicación eficaz y evitar ser detectadas. Se trata de una mezcla de inglés y español (spanglish o chicano) con derivaciones de palabras, alternando algunas sílabas para no ser descubiertos. Existe también un tipo de comunicación cifrada en la que a las letras del abedecedario se les otorga valor numérico. Estas son algunas de las palabras que usan y su significado: big palabra (jefe);bolas (euros); bombazo (disparo); chimba (arma de fuego artesanal); corredor (responsable de comunicación en el programa); descontón (paliza por incumplir); drima (Madrid); mota (marihuana), la escriben como tamo; palabrero (responsable de la clica); jura (policía); mirin (reunión); morra (muchacha); pisar (acceso carnal con una mujer); tabla (100 euros); tintazo (tatuaje); trabón (cuchillada); ranflero (miembro de alto rango en la clica) y un largo y curioso etcétera.

En la comunicación cifrada reemplazan letras y números verdaderos por otros caracteres convenidos generalmente elegidos de forma aleatoria. Esta comunicación, resaltan los investigadores, es «muy efectiva y casi imposible de descifrar a menos que se disponga de las equivalencias del cifrado». Por ejemplo la o se representa con un cuadrado; la m con un círculo; la l con un punto negro y así hasta abarcar el abecedario completo. También se ha detectado una comunicación codificada muy similar al sistema de cifrado descrito, con la salvedad de que los códigos pueden representar palabras, ideas o incluso frases completas en lugar de letras aisladas.

Como todos los grupos delincuenciales utilizan tatuajes, indumentaria específica y pintadas. Entre los ritos destacan los de iniciación; sus tatuajes representan el estatus dentro del grupo y dan una idea del rango y su pertenencia a una determinada clica, aunque los jefes han recomendado dejar de tatuarse. Uno de los rasgos distintivos es la zona del cuerpo en que aparece, el tipo de letra utilizada y su tamaño. Cuanto más visible sea el lugar (brazos, cuellos o cara) mayor mensaje de compromiso transmite el portador, indicando hasta qué punto está involucrado. Es frecuente encontrar individuos con «lágrimas negras» en las mejillas. Cada lágrima significa una víctima. Los cuerpos se convierten así en un diario: cada acto relevante, un tatuaje. De ahí, el interés en que esta práctica (plaquearse) deje de practicarse.

Los mareros suelen utilizar con frecuencia para sus pintadas territoriales y ropas los colores azul y el blanco, tomados de la bandera de El Salvador y tienen prohibido el rojo (color de su rival, Calle 18).

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