El alcalde de Jun, José Antonio Rodríguez Salas, tercer político de España más influyente en Twitter
El alcalde de Jun, José Antonio Rodríguez Salas, tercer político de España más influyente en Twitter - RUIZ DE ALMODOVAR

La democracia según Twitter

Hasta Obama mira al municipio granadino de Jun en materia de participación social

Granada Actualizado: Guardar
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Con más de 415.000 seguidores, José Antonio Rodríguez Salas es el tercer político de España más influyente de Twitter a escasos días de las elecciones generales. Es el alcalde de Jun, un municipio granadino con 3.728 habitantes. El dirigente socialista se sitúa solo por detrás de Mariano Rajoy y Albert Rivera según el índice Klout Score que deja en octavo lugar Susana Díaz, a la que quiso enfrentarse en primarias, y en el décimo a Ada Colau, la segunda representante local de la lista.

El pueblo de la teledemocracia a mediados de la década pasada, que empezó a retransmitir los plenos antes de que se extendiera la WIFI, es hoy un laboratorio para Twitter del que los responsables del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT en sus siglas en inglés) no apartan los ojos.

El logotipo del pajarito azul que identifica a la red social norteamericana está presente desde la entrada del municipio, donde la señal de bienvenida se acompaña de la etiqueta #TwitterVillage, al «tuiterlisco» de unos metros más adelante. El obelisco cuya foto es la más googleada de Granada fue visitado por el antiguo director de Twitter, Dick Costolo, que allí estampó las huellas de sus manos en señal de fascinación por Jun.

En el cartel indicativo de la entrada del Ayuntamiento, cada área se acompaña de su cuenta de Twitter, y también la tienen desde 2011 cada uno de los cuarenta trabajadores municipales. Los vecinos se comunican con ellos a través de la red social. Los acostumbró su televisivo alcalde, un adicto a las redes que igual abre un debate pasada la medianoche que le abre una cuenta a su hija recién nacida.

Los tuits de Martina los va a llevar él «hasta que ella tenga capacidad». También su padre, el anterior regidor junero, confió en él como primer teniente de alcalde a principios de los 90 para cambiar el pueblo para siempre. Firmó declaraciones internacionales sobre nuevas tecnologías cuando nadie creía en ellas en España y hoy asesora a mandatarios internacionales como el presidente mexicano Enrique Peña Nieto.

Rodríguez Salas está convencido de que hay que caminar hacia la «democracia horizontal ya porque los ciudadanos lo están exigiendo».

Y eso es lo que dice que se ha logrado en Jun. A base de muchos cursos de formación en tecnología, se ha llegado a un punto en el que «todo el mundo habla con todo el mundo ya» a través de Twitter, cuando hace solo unos años él era el vértice de todas las conversaciones. Por ello incluso Barak Obama está pendiente de él para articular medidas que avancen sobre el «Gobierno abierto» en el que ha basado sus dos mandatos en la Casa Blanca.

Avisar al electricista, que competirá contra su propio récord en cambio de bombilla de farola fundida, o pedir el certificado de empadronamiento se hace en Jun a través de Twitter.

El municipio consigue ahorrar unos 400.000 euros anuales a las arcas municipales «optimizando» recursos gracias a la red. Así lo recogía recientemente un reportaje en The New York Times que se suma a otros artículos como el de la influyente revista Share o un sinfín de medios internacionales.

Donde había cuatro policías ahora hay uno, y ése es Justo Ontiveros al que «resulta paradójico» que Nueva York haya copiado el modo en que sellan a sus coches policiales «por distritos» con el emblema y la cuenta de Twitter. «Evidentemente es mucho más grande que Jun», añade el agente que reconoce que da una vuelta al ordenador cuando llega a casa para ver si algún convecino necesita algo. Está convencido de que «esto es el futuro».

Un vecino, un policía

En Jun hay 3.728 policías, es el lema del Ayuntamiento de Jun en materia de seguridad.

El móvil, por descontado, lo lleva el policía municipal siempre encima, al igual que Javier García Roldán, encargado de la limpieza de las calles con su compañero Antonio Linares que conduce la barredora, nombre de la cuenta de Twitter que gestiona Javier. Se ha hecho conocido entre los juneros por el característico estilo con que retransmite sus actuaciones y la de su compañero. Barre y tuitea.

«Escucho tus tweets de peticiones de limpieza y poda en el municipio de Jun y los llevo a la práctica», se presenta @BarredoraJun.

En la cuenta, Javier cuelga fotos del antes y el después de la limpieza, atiende si hay que adecuar horarios en según que puntos del pueblo, y comenta las imágenes con símiles en los que tienen cabida desde los detalles personales a los resultados de la Eurocopa. A veces es más directo y lamenta la suciedad de algunos vecinos.

«No se tuitea, no existe»

«Aquí te ven con el móvil en la mano y te premian» porque «lo que no se tuitea no existe», indica Sergio González Neveros, técnico deportivo y de actividades sociales del municipio junto a María José Martínez, ingeniera informática que coordina todas las cuentas de Twitter y, en general, la comunicación de las distintas áreas municipales.

Una fiesta para jóvenes se va a comunicar a través de las redes sociales pero no por ello se deja de usar el correo electrónico e incluso los carteles de toda la vida, muy útiles para actividades con mayores. Todos, en cualquier caso, tienen un dispositivo USB con su certificado digital.

Eugenio Rodríguez no lo usa. Se ve «viejo para estas cosas» y no tienen ni móvil. Para los trámites «como me pilla cerca, pues voy» al Ayuntamiento, explica Rodríguez.

Tres jóvenes que piden mantenerse en el anonimato tampoco están muy en la línea tecnológica del alcalde que solo está preocupado, dicen, de las cámaras. Para ellos las cosas no van bien: tienen menos actividades en las fiestas, y los planes de empleo no abren oportunidades a los chavales del pueblo. Todo seguirá igual «cuando pase Twitter de moda».

El plan B a Twitter

¿Qué pasaría si dejara de funcionar Twitter, si se acabara?, ¿se acabaría Jun también? No, hay un plan B trabajado en coordinación con el MIT, asegura Rodríguez Sala que mientras tanto se recrea en la multipantalla con las imágenes de las cámaras de seguridad de la Casa Consistorial que ve desde la mesa de su despacho. Pasan las horas de la última hora de la mañana y apenas se ve un alma. No hay papeles, no hay funcionarios apenas, no hay vecinos en la ventanilla, todo está en la red.

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