Carles Puigdemont vio ayer frustrado su penúltimo intento de obtener legitimidad en su «exilio» en Waterloo (Bélgica). Después de anunciar Inés Arrimadas que acudirá mañana a las puertas de su residencia a recordarle que la república catalana no existe, el expresidente de la Generalitat, fugado de la Justicia, quiso dar la vuelta a la situación y ofreció una reunión a la líder de la oposición en Cataluña y vencedora de las últimas elecciones autonómicas.
En Ciudadanos no mordieron el anzuelo. Melisa Rodríguez , portavoz adjunta de la formación en el Congreso, dejó claro en rueda de prensa que no habrá ningún tipo de reunión o encuentro institucional entre Arrimadas y Puigdemont.
Con Arrimadas lanzada en la precampaña de los comicios generales y con la posibilidad de que hoy mismo anuncie que deja la política autonómica para hacer las maletas a Madrid, el partido quiere relanzar su figura, a la par que continúa liderando su incesable batalla contra el soberanismo catalán . Por ello, la portavoz de la Ejecutiva de Cs viajará este domingo a Waterloo para exigir a Puigdemont que impida «a sus comandos paralizar toda una comunidad autónoma».
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