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Garzón y Errejón durante un mitin previo al 26-J | Vídeo: Garzón urge a Sánchez: "Tiene el deber de buscar Gobierno" - EFE

El choque entre Garzón y Errejón sume en otra crisis a Podemos

La «desaparición» de Iglesias y el enfrentamiento interno lastran el día a día

Madrid Actualizado: Guardar
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Pablo Iglesias no pasa por sus mejores días. Por eso, dicen en su entorno, «está desaparecido». La pérdida de más de un millón de votos el 26-J y el consiguiente cuestionamiento de su alianza con IU que dio lugar a Unidos Podemos le han pasado factura internamente. Su ausencia de la escena pública con contadas salidas para defender a su número dos, Pablo Echenique, envuelto en un escándalo de pagos en negro a un asistente doméstico, preocupan dentro de esta formación. Ni el bloqueo político que vive España ha sido suficiente para que Iglesias haya retomado su agenda. «Las divisiones -apunta un alto cargo del partido- son ya graves y afectan al día a día, con su liderazgo cada vez más discutido».

Dos de los compañeros que, según esas mismas fuentes, no están haciendo la vida demasiado fácil a Iglesias son Íñigo Errejón, portavoz parlamentario, y Alberto Garzón, diputado de Unidos Podemos y coordinador de IU. La alianza de esta federación con Podemos, contra la opinión de Errejón, no resultó tan beneficiosa en las urnas como defendió Iglesias, aunque el análisis oficial fue endosarle la responsabilidad a la estrategia y a la falta de conexión con la calle.

Su amistad con Garzón, con el que había diseñado una hoja de ruta hace cuatro años para la absorción de IU por parte de Podemos, se ha manifestado como un motivo de división interna.

En privado, Garzón argumenta que «el que haya habido confluencia ha demostrado que Errejón ha perdido la partida»; pero es que, públicamente (en el libro de Miguel Roig, «Conversación con Alberto Garzón. Boceto de un futuro posible»), el dirigente malagueño impugna la estrategia «transversal» del portavoz parlamentario. Y llega a aventurar que «Garzón hubiera firmado el discurso de Sánchez». La posición de Iglesias en estas divergencias se resume en «mantenerse al margen», revela una fuente de Podemos.

El caso Echenique

Lo que está claro es que esa división interna es cada vez más insostenible dentro de la cúpula de Podemos. Aunque el número dos del partido, Pablo Echenique, fue partidario del pacto con Garzón él también ha protagonizado un episodio de distanciamiento con el líder de IU a raíz de que este pidiera una investigación por el dinero negro que el diputado aragonés reconoció haber pagado a un trabajador doméstico.

Sin embargo, Garzón —a petición de Pablo Iglesias— tardó poco en abandonar el camino «equivocado» y reconoció luego que se daba por satisfecho con la investigación (hecha por el mismo partido) y consideraba «anecdótico» los pagos opacos de Echenique. Iglesias reclamó un cierre de filas público.

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