César Román, el rey del cachopo, asegura que es inocente. La Guardia Civil le buscaba tras la aparición del cadver de su ex pareja en una nave de su propiedad. Estaba trabajando como cocinero en un restaurante de Zaragoza. Fue la dueña quien se dio cuenta de quién era su empleado al ver la televisión. Hoy su abogado dice que su cliente está muy tranquilo.
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