Cándido Conde-Pumpido falló en el Supremo a favor de un socio y exjefe de su hijo

El ex fiscal general del Estado no se abstuvo pese a que el abogado denunciado comparte una sociedad con su hijo, que trabajó en su bufete durante cuatro años. Pumpido hijo dice que su padre «ni se dio cuenta» de quién era el demandado

Cándido Conde-Pumpido Varela, acude a declarar a la Audiencia Nacional por blanqueo el pasado 15 de enero GUILLERMO NAVARRO
Javier Chicote

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La Sala de lo Penal del Tribunal Supremo dictó una sentencia el 24 de julio de 2014 en la que desestimó un recurso de casación en una causa en la que el denunciado era el abogado Julián Chamorro. Entre los magistrados que firmaron el fallo estaba Cándido Conde-Pumpido, ex fiscal general del Estado y actual magistrado del Tribunal Constitucional, pese a que Chamorro es todavía socio y fue jefe de su hijo, Cándido Conde-Pumpido Varela .

El artículo 219 de la Ley Orgánica del Poder Judicial establece como causas de inhibición, en los puntos noveno y décimo, «amistad íntima o enemistad manifiesta con cualquiera de las partes» y «tener interés directo o indirecto en el pleito o causa» .

La historia se remonta siete años, hasta el 15 de septiembre de 2007, cuando la denunciante, Marina García Varona, enviuda. El administrador de los bienes de su esposo era Julián Chamorro, director de Chamorro Abogados Asociados, firma en la que trabajaba Cándido Conde-Pumpido Varela.

Chamorro entregó un cheque a la viuda por importe de 82.460,45 euros como liquidación de los bienes de su marido, y le presentó una factura de honorarios de más de 60.000 euros. Marina García no está de acuerdo con su liquidación, pues los bienes de su esposo, asegura a ABC, rondaban los 800.000 euros.

Tras un tiempo de disputa, decide que va denunciar al letrado en los juzgados de Madrid por apropiación indebida y administración desleal pese a las «amenazas» de este, según su testimonio. «Tanto Julián Chamorro como gente de su entorno me dijeron que pusiera todas las denuncias que quisiera, pero que no las iba a ganar porque era íntimo del fiscal general del Estado», asegura a ABC .

Acta notarial

Por lo que pudiera pasar, la mujer acudió a una notaría de Madrid el 15 de junio de 2009 y, según el acta que ha entregado a este diario, manifestó lo siguiente: «Le exigí que rindiera cuentas por escrito del patrimonio que se le había encomendado administrar por mi esposo o que le denunciaría. Ante esta manifestación me comunicó que era íntimo amigo del fiscal general del Estado, Don Cándido Conde-Pumpido, y presumió ante mí de su amistad y que gracias a ella tenía todos los juicios ganados y que yo no tenía nada que hacer denunciando» .

La viuda acudió a los tribunales. El Juzgado de Instrucción número 31 de Madrid procesó al abogado, según auto dictado el 11 de enero de 2012. La causa pintaba bien para Marina García Varona, ya que el fiscal consideró que Julián Chamorro había cometido un delito continuado de apropiación indebida por importe de 564.000 euros, pero la denunciante perdió el juicio.

Marina García recurrió ante la Audiencia Provincial de Madrid, donde volvió a perder. «El juicio terminó un viernes casi a las cuatro de la tarde y el lunes ya había sentencia», denuncia. Decidió presentar recurso de casación ante el Tribunal Supremo, donde se encontró, como decíamos, con Cándido Conde-Pumpido. Su abogado no pidió la recusación, «un error» del que ahora se lamenta la denunciante. Aunque no haya recusación, el magistrado debe abstenerse si tiene interés personal en la causa. Cándido Conde-Pumpido Varela trabajó como penalista en el despacho del denunciado, Julián Chamorro, entre 2004 y 2006. Ese año ascendió a socio y a director del departamento Procesal Penal de Chamorro Asociados. Dejó el bufete en mayo de 2008, pero aún mantiene sus acciones en la sociedad mercantil, en torno a un diez por ciento.

«Ni se dio cuenta»

Cándido Conde-Pumpido Varela ha declarado a ABC que «mi padre quizás ni identificó al denunciado, ni se dio cuenta» . Sostiene que no existe relación alguna entre su exjefe y su padre y asevera que si Julián Chamorro citó algún tipo de amistad o influencia «no estaría diciendo la verdad». Añade, además, que no terminó bien con Julián Chamorro, quien le adeuda cantidades económicas por su trabajo. «Comencé a trabajar en ese despacho dentro de las prácticas de la universidad y aún estoy como accionista de la sociedad porque Chamorro no me ha liquidado mi participación» sostiene.

También apunta a que si su padre hubiera reparado en que la situación podría suponer algún conflicto, «se habría abstenido». Conde-Pumpido Varela también añade que la desestimación por parte del Supremo se hizo por unanimidad y que en casos como este es «muy difícil» que se anule la sentencia previa de la Audiencia Provincial de Madrid.

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