Carteles electorales del PSOE en 1982 (izq.), PP y PSOE en 2004 (arriba) y Aznar en 2000, en catalán
Carteles electorales del PSOE en 1982 (izq.), PP y PSOE en 2004 (arriba) y Aznar en 2000, en catalán

Del «cambio» socialista a Aznar en catalán: los carteles electorales de PP y PSOE

Madrid Actualizado: Guardar
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Del Felipe González mirando al horizonte con un mar de nubes como fondo, al Aznar semisonriente que afrontaba el futuro con optimismo pero en catalán hay un mundo. Los eslóganes de campaña , así como las imágenes que proyectaban sus candidatos, han cambiado mucho a lo largo de los 36 años de elecciones democráticas que se han vivido en España.

«España en serio» es el eslogan que está utilizando el PP en la precampaña para las generales del 20-D. «El cambio que une», el del PSOE. Ambas formaciones, con más recorrido en la historia de la democracia española, permiten dar un repaso por la evolución de los mensajes que han utilizado a lo largo del estos años.

«Vamos a más», lema de Aznar en 2000
«Vamos a más», lema de Aznar en 2000

No se puede decir que haya «modas» en la cuestión de los lemas de campaña, pero sí que se observa una evolución a lo largo del tiempo.

Además de la que introduce directamente el cambio de candidatos en las dos formaciones.

El PP se animó en 2011 a utilizar una palabra fetiche de la izquierda en su eslogan: «Súmate al cambio». No les fue mal: ganaron por mayoría absoluta, y registraron los mejores datos de su historia. Las anteriores elecciones, las de 2008, se acompañaron del lema «Con cabeza y corazón»,y un Rajoy sonriente y en escorzo que no miraba a cámara. 2004 fue el año del «Juntos vamos a más», un eslóngan casi idéntico este primero de Rajoy como candidato que el que utilizó en los comicios anteriores Aznar, «Vamos a más». Unas elecciones donde el populara obtuvo 183 diputados.

Aznar ha sido protagonista de carteles curiosos del PP, como el que pudo verse en 1993 en distintas vallas utilizando el catalán: «Ara, un govern per a tots», rezaban. Un poco antes, en 1989, se había optado para la presentación de Aznar como candidato -un auténtico desconocido ante Felipe González- por «Palabra», corto y contundente donde los haya. Diez años antes, en 1979, cuando el PP no era PP sino AP, era Fraga quien protagonizaba los carteles, bajo el lema «Vota Fraga. Fraga conviene».

En el PSOE; desde sus orígenes los eslóganes estaban muy ligados al gran líder del partido, Felipe González, convertido en una marca: en 1979 el lema era «La libertad está en tu mano». En 1982, les llevó al triunfo el eslogan «Por el cambio», un clásico que recogía una aspiración de muchos ciudadanos que se despedían de la dictadura y de la tremendamente dura época de la transición.

Cartel del candidato Joaquín Almunia (PSOE), en las elecciones de 2000
Cartel del candidato Joaquín Almunia (PSOE), en las elecciones de 2000

En 1989, las juventudes socialistas de Euskadi levantaron una pequeña polvareda con su cartel de una pareja de bellezas de ambos sexos, jóvenes y lustrosos ellos, que se amparaban bajo el eslogan «Nos quedan muchas cosas por hacer juntos». Toda una invitación. 1993 fue el año de «Por el progreso de la mayoría», y 2000, el de Joaquín Almunia como candidato y «Lo próximo» como lema.

Rodríguez Zapatero fue el candidato, y el presidente, en 2004, y su eslogan de campaña fue «Merecemos una España mejor». Para los siguientes comicios, en 2008, optó por multiplicar los mensajes: hasta trece se utilizaron, entre ellos algunos que contrastan con lo que la realidad mostró: «Motivos para creer», «Por todo lo que merece la pena», «Comprometidos con la igualdad», «Vivimos juntos, decidimos juntos», «Somos más», «Por el pleno empleo», «La octava potencia económica, la primera en derechos sociales» o «Ahora que avanzamos, porqué retroceder». Para 2011, optaron por la vía pragmática: «Pelea por lo que quieres».

Los estudios sobre eslóganes y lemas de campaña aseguran que, para ser buenos, tienen que cumplir ciertos requisitos: ser sonoros -«se conciben para golpear el oído»-, cortos, claros -si el receptor tiene que hacer el ejercicio de comprenderlo, lo deja-, sencillos, optimistas, y deben ser capaz de atraer la atención. Muchos de los utilizados por los dos grandes partidos españoles cumplen esas funciones. Y algunos otros tan populares como el «Sí, se puede» de Barak Obama. Que en realidad, no es suyo: tiene antecedentes en la campaña de las presidenciales panameñas de 2004, cuando el equipo del candidato Martín Torrijos propuso utilizar esta frase, el grito que los hinchas de la selección de fútbol de su país utilizaban para animar a sus jugadores.

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