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Panorámica de la plaza de Bayona donde se celebró el acto - Ángel de Antonio

La banda se burla de los «artesanos de la paz» y apenas entrega 120 armas

Los mediadores se comprometieron el miércoles ante el prefecto de Pau a facilitar las localizaciones de doce depósitos; finalmente han sido ocho

Enviado especial a Bayona Actualizado: Guardar
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La banda terrorista ETA facilitó a primeras horas de la mañana de ayer la localización de solo ocho de los doce depósitos de armas cuya situación se habían comprometido a revelar los llamados «artesanos de la paz». Fue el miércoles ante el prefecto de Pau -equivalente a un delegado del Gobierno en España-, según fuentes de la máxima solvencia consultadas por ABC. Por tanto, si los etarras no engañaron a esos mediadores, a los que han instrumentalizado todo este tiempo, quedarían aún cuatro zulos fuera de control, o bien ni siquiera los terroristas ya saben dónde están. «Ha sido, como preveíamos, otro engaño, otro acto de propaganda para sacar rédito político», insisten las fuentes.

En total, según explicaron dos de los «artesanos de la paz» los etarras apenas han entregado 120 armas, tres toneladas de explosivo que según todos los indicios estarían caducados o al menos muy deteriorados, y abundante munición y detonadores.

Todo ello fue inventariado por los etarras entre 2015 y 2016. Si se tiene en cuenta que fuentes solventes de la izquierda abertzale consultadas por ABC esperaban el viernes que la banda entregase hasta 500 armas, es fácil calibrar la magnitud del nuevo engaño. A pesar de todo, los mediadores calificaron de «día histórico» la jornada y aseguraron que «ETA está desarmada».

Anuncio solemne

Fue el presidente de la llamada Comisión Internacional de Verificación, Ram Manikkalingham, quien hizo el anuncio de la entrega de la situación de los zulos en una tempranera rueda de prensa. En una declaración que intentó hacer lo más solemne posible, leída en inglés y en español, el portavoz aseguró que ayer por la mañana los «artesanos de la paz», más concretamente Txetx Etcheverry, les había hecho llegar en el Ayuntamiento de Bayona, y con el alcalde como testigo, los datos de los depósitos de armas. No precisó el número ni su contenido, pero para entonces circulaba la versión de que eran doce.

«De inmediato hemos puesto la información en manos de las autoridades francesas», destacó Manikkalingham, quien aseguró que la Comisión no estaría presente en la operación de apertura de los depósitos de armas, ya que sería la Policía gala la que «asegure y localice el arsenal». Es decir, renunciaban a la aspiración de la banda de que verificaran en su presencia cómo se producía la apertura de los depósitos.

«Damos por desarmada a ETA», insistió este hombre, del que aún se recuerda el ridículo casi sin precedentes que hizo en febrero de 2014 con la primera entrega de armas, apenas media docena y que encima los terroristas se llevaron luego en una bolsa tras hacerse la foto de rigor del «acontecimiento». Mientras, Jean René Etxegaray, alcalde de Bayona y anfitrión del acto -la rueda de prensa se celebró en el teatro del Ayuntamiento-, y el resto de la Comisión Internacional de Verificación -el arzobispo de Bolonia Matteo Zupi y Harold Good, expresidente de la Iglesia metodista de Irlanda entre sus miembros-, miraban complacidos a su compañero.

«Es un paso histórico que consolidará la paz y la convivencia en el País Vasco», sentenció Manikkalingham, tras agradecer el apoyo que habría tenido ese equipo de mediadores del presidente del Gobierno Vasco, Íñigo Urkullu. No respondió a una sola pregunta; mejor dicho, ni siquiera permitió que se le hicieran.

En la Procuraduría

Según ha podido saber ABC de fuentes antiterroristas, fue un compañero de DAG, la organización especializada en resolución de conflictos que está liderada por Mannikkalingham, el que se desplazó desde el Ayuntamiento hasta la Procuraduría, que está a muy pocos metros del Consistorio, para entregar la documentación. Lo hizo en papel, ni siquiera en un pendrive, y además no estaban las geolocalizaciones de los depósitos, sino instrucciones escritas de cómo llegar a ellos... Es decir, al más puro estilo de la banda a lo largo de su historia.

El procurador (fiscal) de Bayona recibió la documentación, pero el emisario se vio obligado a permanecer allí durante algún tiempo respondiendo a las preguntas de la autoridad judicial. Luego pudo salir sin más peripecias, aunque antes dio explicaciones de cómo había llegado ese material hasta él.

Hubo que esperar a casi las once de la mañana para conocer las auténticas dimensiones de esta «jornada histórica». Y la verdad es que no reforzaron precisamente la idea de que se trataba de ese día tan trascendental. En otra rueda de prensa, dos de los «artesanos», Michel Berhocoirigoin y Michel Tubiana, confirmaron, como había adelantado abc.es desde las nueve y media de la mañana, que solo se había dado información de ocho zulos. El número de armas que se entregaban era, además, mucho menor que el esperado: 120, menos que las que se intervinieron el día del Pilar del año pasado cerca de París, cuando tras una operación de la Guardia Civil y agentes franceses se recuperaron 145 pistolas y revólveres... Pero es que además, entre las entregadas ayer hay auténticas reliquias, como pistolas Luger que eran utilizadas en los 70 y primeros de los 80 y subfusiles.

Los «artesanos de la paz» explicaron que habían distribuido a 172 observadores acreditados por las ocho localizaciones, lo que hace una media de 20 por cada uno de los depósitos. Su trabajo era esperar a que la Policía gala se presentara en la zona para hacerse cargo de las armas: «La jornada se desarrolla estupendamente», explicaron visiblemente satisfechos los dos portavoces. «Nos alegramos de que Francia no plantee problemas».

Eso sí, no quisieron especificar en ese momento ni el tipo de armas que se habían entregado, ni si habían sido utilizadas en atentados, porque «nuestra misión no es alimentar las investigaciones policiales. Lo esencial es que ETA estará desarmada al final de la jornada».

Despliegue francés

Por parte francesa se movilizaron 180 policías y gendarmes de cuerpos antidisturbios, así como una decena de equipos de artificieros y «numerosos agentes» de la Policía Judicial y de los servicios de seguridad interior, que se llevaron todo el armamento.

A primeras horas de la tarde los «artesanos de la paz» comenzaron a enviar imágenes de los zulos con los observadores y los catálogos del material encontrado en cada uno de ellos. Hay que destacar que en todos los casos, salvo en uno, los depósitos estaban enterrados. En el último la Policía gala encontró unos cajones metálicos en un armario, señal de que estaban en una casa particular y que habían sido sacados de ella solo para la ocasión. Otra línea de investigación, por tanto, que queda abierta.

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