Amaia Izko, la implacable abogada de etarras que brindó en honor de los terroristas

Adrián Mateos

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18/09/2019 a las 00:51h.

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Breve ha sido el paso de Amaia Izko en el Ayuntamiento de Pamplona como concejal de EH Bildu . La abogada fue una de las grandes apuestas de Joseba Asirón, exalcalde de la capital navarra, de cara a las elecciones de mayo. Pero la sucesión de acontecimientos que ha tenido lugar en las últimas horas ha trastocado los planes de la mandataria soberanista, que deberá entregar su acta de edil tras reconocer en la Audiencia Nacional que, efectivamente, ejercía de nexo entre los presos y la cúpula de ETA .

Izko es una vieja conocida en el mundo del nacionalismo vasco radical. Principalmente, por su defensa de etarras como Inés del Río , a la que se le atribuyen más de una veintena de asesinatos. La abogada, que obtuvo su licenciatura en la Universidad de Navarra, fue una de las principales responsables de la anulación de la «doctrina Parot» , según la cual las redenciones de condena se aplicaban sobre el total de la pena impuesta y no sobre el límite máximo de cumplimiento, que en España es de 40 años. El Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) aceptó el recurso de la defensa de Del Río.

Otros clientes de Izko fueron Igor Portu y Martín Sarasola , condenados por atentar en la T-4 del Aeropuerto de Barajas en 2006. Posteriormente, el TEDH dictaminaría que la Guardia Civil causó «daños morales» a los terroristas, que según su parecer sufrieron un trato «inhumano y degradante» . La abogada navarra defendió además que los criminales habían sido víctimas de tortura, petición que no prosperó.

Lejos de los juzgados, la que fuera también portavoz de Sortu no ha escondido su inclinación por el ala más radical del nacionalismo vasco. Ejemplo de ello fue la respuesta que dio en 2014 a Mariano Rajoy , entonces presidente del Gobierno, después de que este exigiera a ETA su disolución incondicional: «Si algo se tiene que disolver es su cerrazón y su sinrazón», espetó Izko, que acusó al líder popular de visitar «Euskal Herria como si no pasara nada» .

Otro de los objetivos de Izko fue el actual ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska , a quien acusó en diversas ocasiones de posibilitar la tortura cuando ejercía como juez de instrucción en la Audiencia Nacional.

Su desprecio por las autoridades estatales, en especial por la Guardia Civil, ha quedado patente en múltiples ocasiones. La abogada de etarras defendió la expulsión de la Benemérita del País Vasco y Navarra y defendió a los agresores de Alsasua a dos agentes del cuerpo y a sus parejas en la citada localidad. Un conflicto que la radical catalogó de «trifulca de bar» .

Fue la Guardia Civil, precisamente, la que imputó a Izko por el brindis que protagonizó en los sanfermines de 2014 en honor a los presos de la banda terrorista. A la cita acudieron antiguos reclusos de ETA que quedaron en libertad tras la anulación de la doctrina Parot.

La actividad política de la letrada quedará interrumpida durante un periodo de tres años. Es el tiempo de inhabilitación para cargo público que ella y los otros individuos implicados en el llamado «frente de makos» han acordado con la Fiscalía a cambio de no pisar la cárcel. Aunque el Consistorio pamplonica le exige su marcha inmediata , el entorno de la radical asegura que mantendrá el cargo hasta que la sentencia sea firme.

Tampoco exteriorizó sensación de culpa alguna a su salida del tribunal: «Nadie en esta ciudad puede dudar de mi compromiso con la paz , la no violencia, los medios pacíficos y estrictamente democráticos», aseguró Izko, que defendió que el juicio a los colaborares de ETA no será más que una «cortina de humo» de los que «pretenden dar un balón de oxígeno al alcalde en minoría».

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