El silencio de los familiares de las víctimas se rompe en el mural de Joan Miró, donde hace ya 365 días la furgoneta de Younes Aboyuaqub puso fin 15 a vidas. Hoy Las Ramblas se inundan de lágrimas, de la emoción de quienes perdieron a sus seres queridos. Inevitables los recuerdos y los abrazos. Hoy el mural cobra vida lleno de flores, de palabras y de velas. Es el calor de una ciudad que hoy recuerda a sus víctimas. -Redacción-
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