Entierro del sargento Joaquín López Moreno, fallecido en un accidente de helicóptero en Bosnia
Entierro del sargento Joaquín López Moreno, fallecido en un accidente de helicóptero en Bosnia - ABC

El accidente de Bosnia también se archivó sin saber la causa

Fallecieron dos militares españoles al estrellarse un helicóptero

Madrid Actualizado: Guardar
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La gestión controvertida de un accidente aéreo en zona de conflicto no solo afectó a José Bono. La exministra de Defensa Carmen Chacón también tuvo que hacer frente a las críticas de los familiares de dos militares fallecidos al estrellarse un helicóptero en la ruta entre Banja Luka y Camp Butmir ( Bosnia-Herzegovina), el 19 de junio de 2008. Un siniestro en el que también perdieron la vida dos militares alemanes.

Antes de que la causa fuera archivada el 4 de marzo de 2013, fue recurrida, pero finalmente se cerró. La viuda del teniente Santiago Hormigo aseguró que «la investigación es una chapuza» y reclamó «saber la verdad» de lo que sucedió. Una denuncia que realizó después de que la ministra se hubiera comprometido a aclarar lo sucedido: «No te preocupes, se harán las investigaciones pertinentes» y una «investigación a fondo».

Las quejas de los familiares se centraban en tres aspectos de la investigación: los restos habían sido trasladados a tres dependencias distintas sin supervisión judicial, no se había almacenado el GPS del teniente Hormigo ni la cámara de fotos de uno de los militares fallecidos.

Hipótesis

En el auto de archivo, al que ha tenido acceso ABC, se señala «como conclusión probable», según el informe de la CITAAM (Comisión para la Investigación Técnica de Accidentes de Aeronaves Militares), que el siniestro pudo deberse a una pérdida de potencia constatada del motor izquierdo». Una hipótesis, que no la verdad real, corroborada por los técnicos especialistas que «no han encontrado una justificación absolutamente certera sobre la causa del siniestro o el por qué la aeronave no pudo volar adecuadamente aún teniendo solo un motor en funcionamiento».

Uno de los aspectos más controvertidos de la investigación fue el traslado de los motores del helicóptero a la empresa ITP para que lo analizara, «sin control de la autoridad judicial», según señala Mariano Casado, abogado que defendió en su día a la viuda del militar. Ello le obligó a presentar un escrito al juez para que «ordenara la paralización de las labores de análisis que estaban llevando a cabo hasta que sea autorizada, en su caso, judicialmente, su intervención».

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