Los agentes se llevan detenido a David Pla
Los agentes se llevan detenido a David Pla - afp
lucha antiterrorista

«ETA ya no tiene a nadie de peso que quiera hacerse cargo de la dirección»

Todos aquellos que eran jefes de la banda cuando anunció el cese definitivo de la violencia están ya detenidos

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Aún desde la cautela, los agentes antiterroristas consideran que con la detención de David Pla e Iratxe Sorzábal se ha cerrado un círculo, porque la ETA que hemos conocido durante medio siglo no volverá. Será necesario vigilar a esos grupúsculos radicales, nostálgicos del tiro en la nuca y el coche bomba que aún subsisten en la «izquierda abertzale», por si tuvieran la tentación de reanudar la «lucha armada», pero esa posibilidad hoy por hoy se ve remota, porque no tienen ninguna capacidad. ETA ha sido derrotada policialmente, frente a la tésis mantenida durante estos años por un nacionalismo que buscaba la negociación política y un final sin vencedores ni vencidos.

«ETA ya no tiene a nadie de peso, con una mínima autoridad, que quiera hacerse cargo de la dirección», aseguran a ABC mandos de la lucha antiterrorista.

Es por tanto una nave sin capitán y sin timonel. Entre otros motivos, subrayan, porque «han caído todos los cabecillas que mandaban en ETA cuando anunció el cese definitivo de las acciones terroristas». Es más, en apenas tres meses, de julio a septiembre, ha sido detenida toda la cúpula: Goyenetxe, Reta de Frutos, Pla y Sorzábal. Porque un tal Mikel Irastorza, el último en llegar, no tiene entidad alguna para dirigir, siquiera los restos de ETA.

La eficacia de la Guardia Civil y la Policía Nacional, así como la colaboración de Francia, han permitido al Gobierno mantener su política de firmeza. El propio Íñigo Iruín, veterano ideólogo de la «izquierda abertzale», lo reconocía en un documento estratégico: «En el Estado español tenemos enfrente un muro. Un muro que no lo puedes derribar colocándote frente a él y golpeándolo con todas tus reivindicaciones».

La pretensión de ETA de posponer nuevas escenificaciones de supuestos desarmes a la próxima legislatura, con la esperanza de un gobierno presidido por Podemos, es la prueba de que los terroristas no esperan nada del Ejecutivo de Rajoy. «Mientras unos quieren que se verifique el desarme, nosotros hacemos el desarme: verificamos que son armas de ETA y se las quitamos», aseguran agentes antiterroristas, subrayando la importancia que en este sentido tuvo el desmantelamiento del «zulo» que ETA ocultaba en un palacete de Biarriz, a principios de verano.

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