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Santi Potros sale de prisión el 4 de diciembre - Efe
ETA

El testimonio del arrepentido Soares Gamboa, clave para la inculpación de «Santi Potros»

El atentado fallido contra Burón Barba no llegó a producirse porque los encargados de ejecutarlo «se quedaron dormidos»

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El testimonio ofrecido a las autoridades por el etarra arrepentido Juan Manuel Soares Gamboa fue determinante para esclarecer la participación como inductor de Santiago Arrozpide Sarasola, «Santi Potros», en torno al atentado fallido en 1986 contra el entonces fiscal general del Estado Luis Antonio Burón Barba por el que ha sido detenido esta mañana el histórico etarra.

Así consta en el auto de detención emitido por el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu en el que se explica que el atentado no llegó a producirse porque los integrantes del «Comando Madrid» de ETA encargados de llevarlo a cabo, los etarras Idoia López Riaño, «la Tigresa», y José Ignacio De Juana Chaos, «se quedaron dormidos» la mañana que se había fijado para materializar el asesinato.

Aquel comando estaba integrado por «La Tigresa», De Juana, Antonio Troitiño Arranz y el propio Soares Gamboa. Todos ellos bajo las órdenes de «Santi Potros» que en ese momento era dirigente de la banda y jefe de los denominados «comandos ilegales» de la organización terrorista.

«Soares Gamboa ha declarado que la orden de dar muerte al Fiscal General del Estado la recibieron de Santiago Arrozpide Sarasola, quien por medio de un enlace remitió una nota manuscrita a José Ignacio de Juana Chaos y que en dicha nota manuscrita constaban informaciones sobre el fiscal general que los miembros del comando debían comprobar y contrastar», detalla el auto del juez.

No obstante, según el relato de Soares Gamboa, la preparación de aquel atentado estuvo envuelta de imprevistos. Burón Barba, ya fallecido, vivía en la calle Vallehermoso de Madrid. El fiscal general del Estado salía todos los días desde la cercana calle Cea Bermúdez con su coche oficial para dirigirse a su despacho de la Fiscalía General del Estado. «El plan homicida consistía en situar un automóvil R-11 con explosivo al paso del coche oficial», detalla el escrito.

Con esa finalidad los miembros del comando estuvieron realizando seguimientos y vigilancias al fiscal general durante ocho días en el mes de abril de 1986. El mes siguiente, en mayo, era el momento en el que os terroristas tenían previsto culminar su plan. Para ello prepararon un coche cargado de explosivos y lo colocaron en la calle Vallehermoso, pero el atentado no pudo llegar a producirse porque la víctima no pasó por ese lugar, porque la calle no tenía la anchura suficiente y porque los terroristas no tenían suficientemente asegurada la huida.

Según el relato de Soares Gamboa, finalmente se fijó la mañana del 8 de mayo para llevar a cabo la acción terrorista. «López Riaño y José Ignacio de Juana Chaos tendrían que haber encendido el explosivo, pero estas dos personas se quedaron dormidas y el atentado no pudo llevarse a cabo», relata el auto.

El testimonio prestado por este etarra arrepentido y desvinculado desde hace años de la banda se pudo contrastar con la documentación intervenida a «Santi Potros». Las autoridades hallaron «anotaciones manuscritas sobre su nombre, cargo y domicilio y anotaciones sobre la coincidencia de las informaciones con las noticias que recibe Arrozpide respecto de los movimientos del fiscal general del Estado cada día que es seguido entre el 3 y el 11 de abril».

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