Un guardia civil intenta convencer a un grupo de subsaharianos encaramados a la valla para que depongan su actitud
Un guardia civil intenta convencer a un grupo de subsaharianos encaramados a la valla para que depongan su actitud - reuters

Las mafias planean asaltos continuos a la valla de Melilla hasta primavera

La aplicación prevista para el próximo mes de marzo de la «entrega en frontera» dispara la inmigración ilegal

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La próxima regularización del rechazo en frontera que recoge la reforma de la Ley de Extranjería aprobada en el Congreso ha provocado un aumento de la presión en la valla de Melilla. En la madrugada de ayer, un millar de subsaharianos volvía a intentar, aunque esta vez sin éxito, la entrada a la Ciudad autónoma en lo que supone el tercer intento de este tipo que se produce desde el 30 de diciembre. Las fuentes consultadas señalan que las mafias han decidido planificar asaltos masivos prácticamente a diario, ya que intentan reducir el número de inmigrantes irregulares que se agolpan en el Gurugú a la espera de dar el salto.

El suceso de la madrugada de ayer es muy parecido al de los registrados en los últimos días y semanas.

De madrugada, un millar de subsaharianos, divididos en dos grandes grupos, se movieron por distintas zonas del perímetro fronterizo para buscar el momento idóneo para el asalto, lo que provocó una situación de máxima alerta en las Fuerzas de Seguridad.

En esta ocasión, sin embargo, el despliegue de la Guardia Civil en el lado español, y la importante colaboración de las Fuerzas de Seguridad magrebíes, con el apoyo desde el aire del helicóptero del Instituto Armado y de otro de la Gendarmería Real, evitó que la situación empeorara. No obstante, el dispositivo de seguridad se mantuvo durante horas, hasta que los inmigrantes regresaron hacia el interior de Marruecos.

En los dos anteriores asaltos, ocurridos el 30 y el 31 de diciembre pasados, 156 personas lograron entrar en la ciudad. Esos últimos sucesos elevaron hasta 2.254 los inmigrantes irregulares que accedieron a Melilla en los 72 asaltos masivos que se produjeron en 2014. Según los datos a los que ha tenido acceso ABC, en diciembre se produjeron nueve asaltos y 351 individuos lograron su objetivo.

Auge primaveral

Para explicar este importante repunte, tanto las ONG como el Ministerio del Interior se refieren a la próxima regularización del rechazo en frontera, que previsiblemente entrará en vigor antes de la próxima primavera, cuando se vote en el Senado la reforma de la Ley de Extranjería.

Las fuentes consultadas señalan que las mafias quieren reducir a toda costa el número de inmigrantes que esperan en el Gurugú para dar el salto -se cuentan por millares-, porque saben que la regularización de los rechazos en frontera les van a complicar las cosas. «Esa medida -explican esos medios- permitirá una mejor coordinación entre las fuerzas españolas y marroquíes, ya que por fin habrá un marco legal que de cobertura a este tipo de actuaciones. La consecuencia de ello es que estas organizaciones se encontrarán con más dificultades para diseñar los asaltos y, por tanto, para ellas es necesario reducir en lo posible el importante número de subsaharianos que malviven en la zona a la espera de su oportunidad.

Los analistas consultados afirman que la primera respuesta de las tramas criminales ante el nuevo marco legal es la de lanzar asaltos casi diarios y siempre masivos contra la valla, por lo que nos encontramos en un momento delicado. «En cualquier caso -sostienen las fuentes- todo el mundo es consciente de que la nueva normativa no va a solucionar la presión migratoria en Ceuta y Melilla; no hay una sola ley que lo vaya a conseguir, porque estamos hablando de personas que pasan hambre, desesperadas y que creen que llegar a Europa es su única oportunidad de tener un futuro mejor».

La mejor prueba de ello son los datos de inmigración. Hasta el 26 de diciembre se produjeron 7.265 entradas irregulares en Ceuta y Melilla, un 75 por ciento más que el año anterior. La situación es especialmente grave en la segunda de las ciudades -las cifras de la primera se mantienen estables-, ya que hubo un 120 por ciento de entradas más (5.718 en 2014, por 2.591 el año anterior).

Esta enorme subida se ha producido en gran medida por otro fenómeno, mucho más invisible para la opinión pública, como es la llegada masiva de ciudadanos sirios que huyen de la guerra. Hasta el 26 de diciembre del pasado año, solo a Melilla habían llegado más de 3.000 personas de esa nacionalidad. La mayoría de ellas cruzó la frontera con documentación falsa, sin armar ruido, y muchas veces vienen con dinero. Su detección es muy difícil por el gran parecido físico que tienen con los marroquíes, y no hay que olvidar que solo en esa ciudad 30.000 personas cruzan a diario la frontera.

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