Íñigo Urkullu, tras conocer los resultados del escrutinio
Íñigo Urkullu, tras conocer los resultados del escrutinio - Afp
Resultados elecciones vascas

El nuevo escenario vasco, decidido por 81 votos

Es el estrecho margen con el que el PNV ha ganado un escaño frente a Bildu y ha dinamitado las aspiraciones del PP de cara a los pactos

Madrid Actualizado: Guardar
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Un puñado de votos. Exactamente, 81. Son los que han decidido el nuevo escenario político del País Vasco que han dejado las elecciones de este domingo. Ochenta y un votos que han inclinado la balanza en favor del PNV frente a Bildu, y que, por extensión, han dejado al PP sin su aspiración de haber tenido una posición reforzada de cara a los pactos postelectorales -en el País Vasco y también en perspectiva nacional-.

Ese estrecho margen es el que ha acabado decidiendo el último escaño de los 25 repartidos en la provincia de Vizcaya. La aplicación de la Ley D'Hondt le ha otorgado al PNV el escaño número 12 en esta provincia. Pero si Bildu hubiera cosechado 81 votos más en Vizcaya -ha obtenido 99.270-, ese escaño lo habría ganado en detrimento del PNV.

Curiosamente, eso a quien más habría beneficiado no habría sido a Bildu sino al PP. Los populares habrían tenido una fuerza extra a la hora de encarar los pactos postelectorales para la investidura de Urkullu y, por extensión, para intentar ganarse al PNV en el Congreso de los Diputados en favor de la investidura Rajoy.

Si Bildu hubiera obtenido esos 81 votos más en Vizcaya -o, dicho de otra forma, si hubiera perdido 81 menos de los 28.000 que se le han esfumado en esta provincia-, las combinaciones posibles para los pactos postelectorales hubieran sido muy diferentes a las que han quedado con los resultados que han dejado las urnas en las elecciones vascas. Urkullu habría tenido una posición mucho menos cómoda, y el PP habría podido ser decisivo.

Si ese escaño hubiera caído en las filas de Bildu, el PNV se habría quedado en el Parlamento vasco con 28 diputados, Bildu habría tenido 18, mientras que el resto habrían seguido teniendo los mismos que han obtenido: 11 Podemos, 9 el PP y otros 9 el PSOE.

Con ese escenario, las opciones de investidura para el PNV se habrían recortado sustancialmente. Ya no le habría bastado el apoyo del PSOE, como hasta ahora. En tal caso, un acuerdo entre Urkullu y los socialistas habría necesitado también el beneplácito del PP. Eso, o echarse en brazos de Bildu.

Sin embargo, gracias a ese disputado escaño que Bildu ha perdido en Vizcaya en favor del PNV por solo 81 votos, Urkullu puede elegir entre múltiples opciones: le valen los 9 del PSOE, le valen los 9 del PP -de los que puede prescindir abiertamente si reedita su acuerdo con los socialistas-. Y hasta podría optar por acercarse a Bildu -con el viraje soberanista que eso supondría- o incluso explorar un flirteo con Podemos. Con las matemáticas en la mano, cualquiera de esas combinaciones le sirven.

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