Curri Valenzuela - Elecciones - GeneralesMucha televisión y pocas ideas

Ideas nos han vendido muy pocas. A través de la televisión se provocan más sentimientos que pensamientos

Curri Valenzuela
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La campaña electoral termina como empezó, hace ya meses. Mucho acudir a los platós de televisión por parte de los candidatos y recorrer España para mitinear según las estrategias el puntuales de cada partido para que al final Mariano Rajoy apele al voto del miedo a Podemos y Pablo Iglesias se proclame líder de la oposición antes de que se cuenten los votos, que es donde nos encontramos cuando quedan horas para que se abran las urnas.

En esas estábamos el pasado verano, antes de que Albert Rivera registrara un subidón por sus resultados de Cataluña y Pedro Sánchez empezara a anunciar medidas que parecían sensatas. A lo largo del otoño, las aguas han vuelto a su cauce natural.

El PSOE ha regresado al tremendismo dialéctico con un candidato que cada día recuerda más a José Luis Rodríguez Zapatero, Ciudadanos se ha dedicado a vender la pieza antes de cazarla, como si ellos se encontraran dos peldaños por encima de las otras formaciones, como si no se hubieran enterado de que tendrán que pactar como los demás partidos.

Podemos, mientras tanto, se ha dedicado a aglutinar todo el voto de la izquierda, con una campaña muy bien pensada que parecía propia de un partido socialdemócrata y el PP, superadas las distracciones de Cataluña y el yihadismo, se ha podido centrar en el empleo que puede crearse si sigue gobernando o destruirse si los populares pierden el poder.

Ideas nos han vendido muy pocas. A través de la televisión se provocan más sentimientos que pensamientos, aunque también se pueden plantear propuestas para analizar, que en esta campaña han resultado muy escasas. El PP no quiere caer de nuevo en el pecado de prometer lo que no podrá dar, el PSOE prefiere salirse de ese debate, Ciudadanos evita señalarse ideológicamente y Podemos ha estado demasiado ocupado en borrar las huellas de su pasado reciente.

Así que mañana tendremos que decidir entre votar a Rajoy para que siga mejorando la economía, votar por Sánchez para regresar a lo de Zapatero o sustituir a la casta política dominante desde la izquierda con Iglesias o desde el centro con Rivera. Para eso nos podíamos haber ahorrado la campaña.

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