Barack Obama da un discurso durante un mitin electoral de la candidata demócrata Hillary Clinton, este jueves en Florida
Barack Obama da un discurso durante un mitin electoral de la candidata demócrata Hillary Clinton, este jueves en Florida - EFE

Obama agita el voto del miedo para cerrar el paso a Trump

El presidente de Estados Unidos asegura que el magnate suprimirá la cobertura sanitaria y los colegios para niños pobres

Corresponsal en Washington Actualizado: Guardar
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Se agota el tiempo y crece la incertidumbre. El arreón final de Donald Trump ha disparado las últimas alarmas en el feudo demócrata y obligado al presidente Obama a saltar a la arena. A cuatro días de la cita electoral más importante en décadas, con las encuestas en un puño en la mayoría de los estados decisivos, el inquilino de la Casa Blanca se multiplica a una media de casi dos mítines diarios. Teme que su legado salte por los aires si es el candidato republicano, y no la debilitada Hillary Clinton, el encargado de recibir su testigo. Y transmite este temor. Su mensaje descarnado, que busca a las clases populares y a los afroamericanos como primeros destinatarios, es así de simple: si gana Trump, adiós a las coberturas sanitarias y a los colegios para los niños pobres.

Con una apelación a la responsabilidad del votante casi bíblica: «El destino de la nación descansa sobre vuestras espaldas».

La baja participación de los electores afroamericanos inquieta sobremanera a Obama y al equipo de campaña de Clinton. En unos comicios tan apretados, en los que el votante tradicional estadounidense, el llamado WASP (White Anglosaxon Protestant), va a protagonizar su mayor movilización en años, en beneficio de Trump, las minorías pueden ser más que nunca el contrapeso necesario. El voto anticipado sitúa ya el voto blanco un 15% por encima de 2012. También el sufragio hispano está creciendo, probablemente hasta una participación récord, pero puede que de forma insuficiente para garantizar la victoria de Clinton. Por ahora, su participación es un 16% inferior a la de hace cuatro años.

«Es un insulto para los afroamericanos no votar a Hillary Clinton
Barack Obama

Su traducción en los estados es inquietante para la candidata demócrata. Y entre ellos, destaca por su trascendencia Carolina del Norte, un posible muro de contención para frenar la crecida del magnate y donde los afroamericanos representan casi una cuarta parte de la población. De ahí la ofensiva del matrimonio Obama para movilizar el voto. Primero fue la primera dama, Michelle. Después, el presidente, que ha apuntado más agresivamente que nunca a los de su raza: «Es un insulto para los afroamericanos no votar a Hillary Clinton». Y a los jóvenes en general: «Tenemos que acabar con lo que empezamos hace ocho años». La remontada del candidato republicano ha diluido la amplia ventaja con la que contaba la exsecretaria de Estado. La media de sondeos del sitio RealClearPolitics.com arrojaba ayer un empate técnico. A la ofensiva demócrata para salvar la campaña de Clinton en Carolina del Norte, se sumó este jueves su rival en las primarias, Bernie Sanders.

También este jueves, en Florida, otro de los estados que determinarán quién le sucederá en la Casa Blanca, Obama fue directo al grano frente a la opción de Donald Trump: «¡No abucheéis. Votad!». El presidente, que ganó en el decisivo estado soleado en 2008 y 2012, tenía ya en la mano las últimas encuestas, que pueden convertir a la de Florida en la madre de todas las batallas. La misma página web situaba este jueves un 0,7% por delante al magnate, pese a que el voto anticipado no está perjudicando a Clinton. La movilización hispana ha sido hasta ahora un 4% mayor que en 2012.

A medida que se estrecha la elección en las encuestas, el presidente ha aparcado el sentido del humor y las mofas hacia el controvertido millonario: «Esto no es una broma. No hay excusas. Somos americanos antes que demócratas o republicanos», clamó. A continuación, intentó echar abajo la máscara con la que el candidato republicano intenta suavizar el duro talante que ha mostrado desde que irrumpió en la carrera electoral: «La gente no cambia. Si no respetas a las mujeres antes, tampoco lo vas a hacer cuando seas presidente. Si no respetas la Constitución antes, tampoco lo vas a hacer cuando seas presidente. Si discriminas a las personas con discapacidad antes, también lo vas hacer cuando seas presidente…».

Obama transmite cada día un aviso para hacer recapacitar a las clases medias y a los más necesitados, que también este jueves lanzó en Miami. Tras su acusación a Trump de no pagar impuestos durante años, se preguntó «cómo puede contribuir a la educación, a las familias, a los colegios para los niños, alguien que en lugar de aportar, ha quitado dinero público». E inquirió a la multitud: «¿Este tipo puede ser presidente de Estados Unidos?». «Vamos, hombre…», contestó.

«Respetada» en el mundo

El actual comandante en jefe extendió el mensaje del miedo a la política exterior, «donde también Donald Trump ha demostrado no estar cualificado para ser presidente». En un tono aún más incisivo, alertó de poner en manos del candidato republicano «el botón nuclear». Y le comparó con Hillary Clinton, «que es respetada por todos los dirigentes del mundo», antes de hacer una encendida alabanza de la aspirante demócrata: «A veces no se le valora lo suficiente (a Clinton). Será la presidenta más cualificada de la historia de este país».

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