EMPRESA

La segunda juventud de la constructora sevillana Detea

La firma ha cumplido treinta años tras superar con éxito la crisis del sector y en un momento de crecimiento de su negocio, con una cartera de 40 millones de euros

Arturo Coloma, presidente de Detea

LUIS MONTOTO

Tras la profunda crisis que destruyó a la mayoría de las firmas del negocio constructor, han sido muy pocas las empresas medianas de capital andaluz que han llegado saneadas al nuevo ciclo que vive este sector. Por eso la celebración del trigésimo aniversario de la compañía sevillana Detea ha tenido un cierto aire de resurrección.

Si hace tres años la compañía logró sellar un acuerdo con sus acreedores para iniciar una nueva etapa en su historia, en 2018 «la cartera de contratación ya alcanza los 40 millones de euros , con clientes de primer nivel y con operaciones que se sitúan en ocho millones de euros de media», remarca Arturo Coloma, presidente de la firma. La compañía duplicará su facturación en este ejercicio, superando los 22 millones de euros y el beneficio antes de impuestos y amortizaciones (ebitda) se situará en el entorno al 5%.

El 80% de la cartera de proyectos se debe a clientes del sector privado y, muy especialmente, a las grandes inmobiliarias que dominan el nuevo auge del ladrillo. Detea está realizando diversas promociones para compañías como LAR (104 viviendas en Málaga), Vía Celere (44 viviendas en Alhaurín), Aedas Home (54 viviendas en la avenida Ramón y Cajal de Sevilla) y Metrovacesa (45 viviendas en Huelva). «Estas empresas buscan constructoras medianas, muy profesionalizadas, que les ofrezcan una comunicación rápida, directa y eficaz con los equipos directivos», subraya Coloma.

Negocio

El tirón de la construcción residencial ha llevado a que Detea mejore las previsiones de su plan estratégico: sus ventas rondarán los 30 millones de euros en 2019 (dos años antes de lo estimado inicialmente). La meta es llegar a los 50 millones de euros , aunque «la gran obsesión es que el crecimiento genere valor en todo momento... No se trata solo de ganar dimensión, sino de tener siempre el negocio bajo control y generar un margen razonable».

La firma también se está preparando para cuando repunte la obra pública —un segmento que no termina de despegar— y espera que crezcan también en el futuro los clientes industriales (ya que una de sus grandes especialidades es el diseño y construcción de instalaciones fabriles). En este sentido, está reformando la factoría de General Dynamics en Alcalá de Guadaíra.

Transformación digital

Detea también está pisando el acelerador para realizar su particular «transformación digital». Uno de los proyectos que está liderando es la digitalización de procesos en su departamento de marketing. «Una de las señas de identidad de Detea, desde hace treinta años, ha sido su gran capacidad comercial en el sector privado; ahora queremos dar un paso adelante y lograr que a través de internet también podamos llegar a nuevos clientes, lo cual no es todavía usual en el sector de la construcción», señala el empresario.

En el área digital Detea ha creado una nueva empresa denominada Iluxenio , una plataforma digital para clientes que quieran construir un chalet de lujo, donde el comprador puede elegir el estilo que más le gusta y seleccionar al arquitecto y a la constructora especializada capaz de materializar esa idea. «Es una startup que ha nacido de nuestra experiencia en este tipo de cliente y de producto, nuestros ingresos en Iluxenio deben proceder del negocio que genera la propia plataforma», remarca Coloma. Iluxenio es una sociedad independiente participada al 100% por Detea, que en el futuro podría dar así entrada a nuevos inversores.

La firma ha creado la plataforma Iluxenio ABC

La pervivencia de Detea en Sevilla se debe a Javier Gonzalo Ybarra. En 2005 el empresario sevillano se hizo con la mayoría de la compañía cambio de una parte de sus acciones en otras sociedades del grupo (fue entonces cuando se escindió el holding y se constituyó Bogaris), evitando así la venta de esta constructora a un grupo catalán.

En los años de crisis, el empresario hizo un pacto con los directivos: si conseguían superar las vicisitudes, pasarían a ser socios de Detea. Tras superar definitivamente en 2015 las vicisitudes financieras, Arturo Coloma asumió la presidencia ejecutiva del grupo constructor. Coloma y Gonzalo Ybarra comparten el 85% de las acciones de Detea, mientras que el resto está en manos de otros directivos.

Coloma destaca que Detea es «una compañía con una visión moderna de la actividad constructora y el diseño», con lo cual «estamos preparados para aprovechar el nuevo ciclo de nuestro negocio».

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