Agricultura
La patata francesa pone en riesgo 70.000 jornales en Sevilla
El cultivo de la patata nueva pierde peso en la provincia y aumenta la importación
A dos semanas para que concluya la recolección de patata nueva en el campo sevillano se puede realizar un primer balance, en el que se constata que la pérdida de peso de este cultivo viene siendo la tónica habitual de las últimas campañas. De hecho, la provincia cuenta con 3.500 hectáreas, el 44% de la superficie total de patata nueva de Andalucía , que asciende a 8.000 hectáreas. No obstante, en esta campaña «la superficie sembrada en la provincia ha bajado entre un 10 y un 15% respecto a 2017», apunta el coordinador de los servicios técnicos de Asaja Sevilla, Antonio Caro , que añade que «el cultivo viene atravesando unas enormes dificultades, lo que está ocasionando que, en Andalucía, de las 23.500 hectáreas cultivadas en 2004, apenas si llegamos hoy a las 8.000 hectáreas, un 66% menos».
Parte de la caída productiva de esta patata que es «fresca, plena de sabor y saludable» , y que se recolecta y se comercializa «durante la temporada, sin pasar por ningún proceso de conservación», la tiene la importación de la patata francesa, «un tubérculo que no es fresco como el nuestro, sino de conservación, mantenido durante nueve meses a baja temperatura, con la consiguiente pérdida de parte de sus propiedades como sus aptitudes para la fritura, principal uso culinario de la patata en nuestro país». Y es que, como denuncia Asaja Sevilla, « España importa el 70% de patatas de otros países, principalmente de Francia », pese a que «cultivamos patata nueva en cantidades suficientes para abastecer al mercado nacional y europeo».
Esta progresiva reducción de la producción de la patata nueva del campo tiene una consecuencia directa sobre el empleo generado, que asciende a cerca de 70.000 jornales anuales en la provincia de Sevilla.
La campaña
Las comarcas de La Vega, El Aljarafe y Las Marism as son las principales productoras de patata nueva en Sevilla. La campaña de recolección se está desarrollando con cierto retraso, debido a la climatología, que también ha incidido en la aparición de plagas (mildiu), lo que ha ocasionado un menor rendimiento en el campo del cultivo, de hasta un 25% menos respecto al año 2017. No obstante, la calidad del tubérculo está siendo «buena» , según apunta el técnico de Asaja Sevilla, por lo que «las exportaciones a países como Alemania, Bélgica y Holanda van a buen ritmo», subraya Antonio Caro.
La patronal agraria insiste en que «la patata nueva es muy valorada por el mercado internacional pero, por contra, tiene escasa penetración en el nacional, en beneficio de l a patata importada de conservación, más barata y con un aspecto exterior artificialmente más bonito».
Los precios en origen de la patata nueva al inicio de la campaña «son similares a los de la campaña pasada, entorno a 0,45-0,50 euros el kilo», aunque «habrá que ver si se mantienen en esta horquilla hasta el fin de la recolección».
La cogida de la patata en el campo sevillano está siendo rápida, por lo que se prevé que «para el 25 de junio, lo más tardar, esté ya finalizada la cosecha de 2018» .
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