Olivos centenarios con ramas que dan distintas aceitunas

La explotación de los sevillanos Aguilar Segura cuenta con unos 500 olivos, algunos de los cuales superan los 200 años

Blanca Aguilar, junto a algunos de sus olivos centenarios ABC

Inma Lopera

En el término municipal de Humilladero, provincia de Málaga , se encuentra la explotación agrícola de la familia sevillana (con antepasados malagueños) Aguilar Segura , una de las que mayor número de olivares centenarios conserva a título particular en Andalucía. En concreto, la finca, de 30 hectáreas dedicadas al olivar, cuenta con ocho hectáreas en las que conviven hasta 500 olivares con más de un siglo, habiendo superado los más antiguos los 200 años. «Muchos de estos árboles fueron plantados por el padre de mi bisabuela María», comenta Blanca Aguilar, gerente de la empresa familiar Águra (fusión de los apellidos Aguilar y Segura). «De hecho, tenemos constancia de que mi bisabuela se encargó del cuidado de estos olivos, pese a que en su época pocas mujeres se hacían cargo del campo cuando lo heredaban», recalca.

Se trata de árboles plantados según los cánones de la agricultura convencional , con una separación entre 10 y 12 metros cada uno, «lo que les ha permitido crecer sin limitaciones, dando lugar a troncos de gran porte y muy robustos ». Sin embargo, la particularidad más singular de estos antiguos olivos es que «en al menos 20 de ellos, se da la circunstancia de que tienen en cada rama una variedad diferente de aceituna, debido a que en sus orígenes se les practicaron distintos injertos».

Así, «un sólo árbol produce aceitunas de la variedad hojiblanca y lechín, otros hojiblanca y manzanilla, otros suman también la variedad ocal, ya que las variedades injertadas en esta veintena de olivos corresponden a aceitunas hojiblanca, manzanilla, lechín y ocal», explica la gerente.

Cuidados más exigentes

Esta multivariedad en un sólo árbol hace que estos olivos requieran «de unos exigentes cuidados, ya no sólo por los años , que también, sino porque cada variedad se comporta de una manera diferente, con unos tamaños y tiempos de maduración distinta, por lo que se puede dar el caso de que una rama tenga las aceitunas todavía verdes y otra ya maduras». Igualmente, hay variedades «con distinta susceptibilidad con respecto a determinadas plagas , por lo que también hay que estar muy pendientes de cada rama», declara Blanca Aguilar.

En cuanto a la recogida de la aceituna «es más compleja que en el olivar tradicional más joven , ya que muchos árboles tienen varios troncos al suelo, están torcidos y además suelen ser más débiles por los años, lo que dificulta el uso de la máquina vibradora y requiere casi el doble del tiempo para realizar la cogida».

No obstante, con la aceituna de estos olivos centenarios «elaboramos un aceite muy particular, un coupage de hojiblanca, lechín, manzanilla y ocal lleno de matices, muy aromático y suave en boca, que gusta mucho fuera de nuestras fronteras», señala la gerente.

La empresa produce una media de 100.000 kilos de aceituna en cada campaña. De esta cosecha, una parte se vende a granel y otra (entre 2.000 y 4.000 litros) se dedica a elaborar tres tipos de aceites de oliva virgen extra distintos con la marca Águra, que ya ha recibido distintos premios internacionales.

Se trata de Olivos Centenarios, Coupage Premium y Variedad Picual. Aceites que ya llegan a Europa ( Holanda, Luxemburgo y Alemania ) y que intentan abrirse mercado también en Canadá.

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