Agricultura

«Aún no es tarde para que se obre el milagro en forma de lluvias»

El presidente de los regantes andaluces, José Manuel Cepeda, señala que sin precipitaciones «el cereal no va a nacer»

José Manuel Cepeda, presidented e Feragua VANESSA GÓMEZ

I. LOPERA/ L. MONTOTO

Desde hace ya casi tres años José Manuel Cepeda está dedicado en exclusividad a la agricultura, representando los intereses de los regantes andaluces asociados a Feragua y cultivando cítricos, hortícolas, algodón y maíz en su propia explotación, ubicada en su pueblo natal, Lora del Río. No obstante, el presidente de Feragua declara que «siempre me he considerado más industrial que agricultor», asegurando que «la creación de valor añadido es la asignatura pendiente del campo». Una asignatura en la que este ingeniero técnico agrícola y empresario del sector de los fitosanitarios ha sabido graduarse con nota, tras ser uno de los tres socios fundadores de la compañía Tratamientos del Guadalquivir (Tragusa), ubicada en Carmona, adquirida el año pasado por el gigante estadounidense Brandt.

De cara a la próxima campaña agrícola, Cepeda reconoce que «la situación se presenta muy complicada por el nivel de los embalses de la Cuenca del Guadalquivir».No obstante, señala optimista que «aún no es tarde para que se obre el milagro en forma de lluvias».

—¿Cómo se presenta para los agricultores las siembras de los cereales de invierno?

—El panorama, tal y como va, es desalentador, pues si no llueve, el cereal no va a nacer. Por ello, posiblemente este año tengamos que sembrar cereal en regadío. Feragua ha pedido a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) una nueva reunión de la Comisión de Desembalse a principios de diciembre, para que los agricultores puedan tomar la decisión respecto a si siembran o no, pues en enero ya será tarde.

—¿Los regantes tienen asumido ya que, de seguir la situación así, el año que viene habrá recortes?

—Sí. Sabemos que será muy difícil que el año que viene tengamos una campaña normal de riego, aunque todavía está por decidir qué restricción es la que se va a imponer. El último informe de sequía, de este mes de noviembre, indicaba que si bien la Cuenca continúa en situación de alerta, el sistema de regulación general, del que dependen en gran medida los recursos para el regadío, ha pasado a situación de emergencia. Por ello, Feragua ha pedido a la CHG que exija al Ministerio de Agricultura el Decreto de Sequía para la Cuenca del Guadalquivir.

«Al agricultor todavía le falta el empuje necesario para crear más industrias»

—¿Cómo va a afectar a los cultivos leñosos que precisan agua todo el año?

—La situación actual nos daría, al menos, para tener un riego de mantenimiento para esos árboles (olivar, almendro, cítricos, frutales,...). Desde Feragua hemos conseguido que se mantengan los pozos existentes en la Vega del Guadalquivir, ya que el Ministerio alegaba que se trataba de una doble concesión, pero finalmente, hemos sabido hacerle entender a la Administración que puede haber distintas fuentes de aportación de agua en un regadío siempre y cuando se cumpliera la ley, que dice que no se puede exceder el derecho concesional.

—¿Existen en Andalucía muchos pozos en situación irregular?

—Los pozos ilegales existen, aunque en Feragua desconocemos la cifra y no dudamos en denunciar si tenemos conocimiento de alguna irregularidad. De hecho, estamos participando en proyectos europeos para determinar, por medio de imágenes vía satélite, posibles regadíos que no se ajustan a la legalidad.

—¿La Cuenca del Guadalquivir podría aprobar dotaciones de riego durante todo el año como ya lo vienen haciendo otras como la del Júcar y el Segura?

—El cambio de cultivos y de sistemas de riego ligado a la modernización invita a evolucionar en la planificación de los desembalses, que ya no puede realizarse sólo pensando en el período de mayo-septiembre. Por ello, en la última Comisión de Desembalse hemos pedido que el regadío se contemple en periodo anual. Pero nos podemos encontrar algunos problemas cuando el desembalse es muy pequeño y hay grandes distancias hasta las zonas donde hay que hacer llegar el agua. En este sentido, apostamos por que las comunidades de regantes tengan puntos de acumulación de agua, es decir, balsas en las que acopias el agua y luego puedes estar distribuyéndola durante todo el año. Y en esto estamos ya trabajando.

«No se ha hecho infraestructura hidráulica nueva para abastecer el crecimiento del regadío»

—¿Por qué no se ponen en marcha los proyectos de obra de las nuevas infraestructuras hidráulicas pendientes para mejorar la situación de almacenamiento en la Cuenca?

—Estamos reclamando al Ministerio varias obras que benefician a la Cuenca del Guadalquivir y que están todavía en proyecto. Una es un nuevo embalse en el Agrio, en la zona alta del río Guadiamar, con el que inyectar agua dulce al acuífero de Doñana y garantizar el suministro a los regantes de la Corona Norte. Otra obra iría cerca del pantano del Negratín, desde el que se trasvasa agua a la comarca del Almanzora en Almería. Precisamente, si queremos mantener y sostener el trasvase del Almanzora tendremos que hacer nuevas infraestructuras de almacenamiento para poder tener agua que trasvasar. Otra es la obra de la presa de San Calixto, cuya misión es la laminación de avenidas en el cauce del río Genil, pero a la vez servirá como acumulación del recurso en esta zona. Por último, tenemos pendiente la modernización del riego del arroz, para llevar agua a la margen derecha. No hemos dejado de crecer en regadíos, pero sin hacer las infraestructuras hidráulicas suficientes para abastecer dicho crecimiento. Ya es hora de que la Administración invierta fondos en el regadío, pues sin agua no podemos beber ni regar, y con la comida y la bebida no debemos jugar. Sobre todo, porque somos uno de los países europeos con más problemática por sequía.

—Además, estas inversiones tendrían un rápido impacto económico en el sector agrario...

—Claro. Hay cultivos que se están imponiendo en Andalucía, como es el caso del tomate o de los frutos secos, y que vienen acompañados por un incremento de industrias. La gran asignatura pendiente de Andalucía está en crear valor añadido a través de la agricultura, pues en materia prima sí somos una gran potencia. Pero hay que apostar por dar un paso más, y asumir la transformación, creando una infraestructura industrial que cree empleo y riqueza en la comunidad. No obstante, al agricultor todavía le falta el empuje necesario para crear más empresas.

«Las comunidades de regantes tenemos que tener puntos de acumulación hídrica»

—Además de la falta de agua, el coste del consumo energético es otro de los mayores problemas de los regantes hoy día.

—El 60% del coste de la energía son impuestos. Feragua lleva muchos años demandando un IVA reducido al 10% para las comunidades de regantes, similar al tratamiento impositivo de los fitosanitarios o fertilizantes, además de pagar por la potencia realmente utilizada y no por la contratada. Pero por ahora, el Ministerio no accede a aplicarlo, lo que nos dificulta el competir en los mercados internacionales con regantes como los italianos, que sí disfrutan de un IVA reducido. Reclamamos también una política fiscal y de incentivos más favorables para la implantación de las energías renovables en el riego, pues creemos que ahí está el futuro.

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