ENCUENTRO ABC DE SEVILLA-CAIXABANK
«Necesitamos empresas grandes frente a los ataques con aranceles a la aceituna y el aceite de oliva»
El presidente de Dcoop, Antonio Luque, ha participado en un encuentro organizado por ABC de Sevilla y CaixaBank
Las intervención de Antonio Luque, presidente de la cooperativa malagueña Dcoop, líder mundial del aceite de oliva , ha colmado las expectativas que había despertado entre los invitados esta mañana a un desayuno-coloquio organizado por ABC de Sevilla, con el patrocinio de Caixabank y de su marca especializada en agricultura, AgroBank.
Luque ha abordado todos los asuntos que afectan a los sectores del aceite de oliva y la aceituna de mesa , las dos principales secciones de negocio de Dcoop, sin evitar las polémicas que centran actualmente el debate, como los precios, la calidad o la batalla que ha emprendido la cooperativa andaluza para ganar el mercado mundial.
Al encuentro han asistido, entre otros, el consejero de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, Rodrigo Sánchez Haro , el viceconsejero, Ricardo Domínguez García-Baquero, la directora general de este departamento, Rosa Ríos; los directores territoriales de CaixaBank en Andalucía Occidental y Oriental, Rafael Herrador y Juan Ignacio Zafra , respectivamente; junto a una nutrida representación empresarial y profesional del sector agroalimentario andaluz.
El director de ABC de Sevilla, Álvaro Ybarra , en la presentación del conferenciante, ya despertó la atención de los presentes: «Don Antonio, como comprobarán, es directo y rotundo en la forma en la que comunica. Pero donde se crece es ante las preguntas difíciles. Pone por delante de todo 'a sus 75.000 socios´ -coletilla que le sirve para mostrar, de paso, cuáles son sus poderes-. Intenta huir de personalismos. Los que le conocen bien dicen que trata igual a los más grandes y a los más pequeños. Está ahora mismo consiguiendo hacer realidad su particular 'sueño americano´, donde tiene volcada toda su energía -que es mucha-. Siempre, claro está, que el señor Trump se lo permita», ha destacado.
Así, Antonio Luque no defraudó, ni evitó «meterse en charcos» , en una intervención en la que ha despejado interrogantes sobre el futuro de estos dos sectores tan vinculados -el aceite de oliva y la aceituna de mesa-, de enorme peso en la economía andaluza.
El presidente de Dcoop ha llamado la atención sobre la proliferación de olivares que se está registrando en Andalucía y Portugal, ante las «pocas alternativas de otros cultivos» que sean rentables, una extensión de la superficie que va a provocar en los próximos años que se dispare la producción y la oferta de aceite de oliva .
Si actualmente esta producción suma 1,3 millones de kilos, en cuanto vengan buenas campañas de lluvias, esta cifra se disparará hasta 1,8 millones , ha estimado Luque, una oferta suplementaria a la que habrá que dar salida en nuevos mercados, como Estados Unidos, Brasil, México, China o India, ha señalado. Especialmente, teniendo en cuenta que en España el consumo ha bajado en los últimos tres años, con 140 millones de kilos de aceite menos vendidos, debido a los «precios altos».
«Tenemos que recuperar lo perdido en España y vender 700.000 kilos más en todo el mundo», ha recalcado el presidente de Dcoop. Para lograrlo, « necesitamos empresas de gran dimensión que sean capaces de hacer ese esfuerzo de internacionalización imprescindible».
«Año difícil»
En cuanto a la aceituna de mesa, Antonio Luque ha señalado que estamos en «un año complicado» por los aranceles impuestos por la administración norteamericana a la importación de producto español, y ha apuntado que «es un mercado más difícil que el del aceite por las mayores dificultades en incrementar las cifras de consumo.
Ante estos obstáculos, la estrategia, según Antonio Luque, debe ir en la misma dirección: « Andalucía necesita tener empresas de mucho tamaño y dimensión que puedan superar ataques como el de los aranceles a la aceituna de mesa y el aceite de oliva», ha recalcado.
Las alianzas con otras compañías del sector y la búsqueda de mercados alternativos, como el portugués o el africano, son caminos a explorar, ha apuntado Luque.
En este sentido, el presidente de Dcoop también ha explicado los pasos que ha dado esta cooperativa andaluza de segundo grado, con sede en Antequera, que cuenta con 75.000 agricultores socios y que superó los mil millones de euros de facturación en 2017.
Así, Dcoop abordó en una primera etapa, en los años 80, la concentración de la oferta. Un paso posterior ha sido conquistar mercados con sus marcas, impulsar el I+D y ganar presencia internacional. Para ello, llegó a tomar un 10% de la multinacional Deoleo , aunque la imposibilidad de avanzar en esta participación la llevó a dar un paso atrás y enfocar su objetivo al mercado americano.
Con estas nuevas miras, Dcoop compró el 50% de la empresa aceitera americana Pompeya , que le ha permitido liderar las ventas en Estados Unidos, un mercado de 300 millones de habitantes, y que va a más.
Aprovechar esta oportunidad de crecimiento es el objetivo de Dcoop: «Esa es nuestra ilusión y por ella vamos a pelear », ha resaltado el presidente de la cooperativa, un trabajo, ha asegurado, «que beneficia a todo el sector».
Luque ha hecho hincapié en que « por primera vez en la historia de España, una cooperativa, un grupo de agricultores puede llegar a líder mundial de un sector y eso hace que alguna gente se ponga muy nerviosa y empiecen a llovernos disparos de distintos sitios».
Bajarse del tractor
En respuesta a las críticas y con un mensaje reivindicativo del papel de la cooperativa que preside, Luque ha añadido: « Cuando los agricultores nos bajamos del tractor y empezamos a hacer lo que hace cualquier empresa para tener una posición fuerte y firme en el mercado a muchos no les gusta».
Con ello, ha aludido a las críticas que ha recibido Dcoop por comercializar aceites con origen en países terceros, como Turquía o Túnez. «Si queremos ser líderes mundiales de un producto tenemos que tener suficiente influencia en el mercado mundial. No será líder el que solo vende aceite de su pueblo».
Así, Luque ha explicado que Pompeya compra aceite a granel de terceros países, que comercializa una partye de España y otra fuera, y que ese aceite se industrializa también en España.
