Antonio Vázquez y Rafael Herrador, ayer en Sevilla
Antonio Vázquez y Rafael Herrador, ayer en Sevilla - J.M. SERRANO

El cordobés que le dio la vuelta a los números de Iberia

Antonio Vázquez, presidente de IAG, es aficionado a la lírica

SEVILLA Actualizado: Guardar
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Antonio Vázquez ha logrado cumplir uno de sus sueños: cantar en el Palacio de la Zarzuela con su amigo Plácido Domingo. La anécdota la recordó ayer Rafael Herrador, director territorial de CaixaBank en Andalucía Occidental, en la presentación del ejecutivo antes de que pronunciase una conferencia en Sevilla, en el marco de los Diálogos Loyola, un foro que desde hace siete años organizan la entidad financiera y la Universidad de los jesuitas en Andalucía.

Fue un encuentro cómplice en el Pabellón de Portugal de dos cordobeses que estudiaron ciencias Económicas en Málaga y de un tercer paisano, el rector de Loyola Andalucía, Gabriel Pérez Alcalá. Herrador destacó la labor del presidente de IAG en la transformación de Iberia y «su capacidad para darle la vuelta a sus resultados de una manera prácticamente milagrosa».

Antonio Vázquez preside este grupo español resultado de la fusión de Iberia y British Airways. En su intervención se mostró optimista sobre el desenlace de la negociación entre la Unión Europea y Reino Unido tras el Brexit, e incluso afirmó que «es facilísimo llegar a un acuerdo» satisfactorio para ambas partes». El ejecutivo ofreció una visión muy pegada al terreno sobre la desconexión británica de Europa como presidente de una compañía «con los pies puestos en los dos lados».

Así, Vázquez confrontó los intereses del Gobierno británico —relacionados con el control de las fronteras y la inmigración y la búsqueda de acuerdos de libre comercio más globales—; con los europeos, centrados en que «el cheque sea lo suficientemente potente» y que se proteja legalmente a los habitantes para que no altere su forma de vida. En este sentido, afirmó que «es facilísimo poner un precio» y calificó de «postureo» la actitud de algunos responsables políticos en torno a este asunto. «El Brexit se puede ver como un gran desafío, pero puede ser una oportunidad», dijo el directivo, que añadió que este problema «no debe analizarse desde la pasión, sino desde el pragmatismo para no destruir valor».

Vázquez consideró también que «a España no le interesa una Europa no atlántica» y recordó que «todas las glorias españolas se han escrito» en esta zona de influencia. «No nos hemos comido ni un colín», dijo jocosamente, «ni en el otro lado del mundo, ni en el Este de Europa ni en Asia».

Desigualdad

Por otro lado, el presidente de IAG aludió a los movimientos proteccionistas, «de derechas y de izquierdas, que tratan de ir contra el sistema establecido culpando a la globalización del poco progreso de las clases medias porque el trabajo se ha ido a otro lado y su sueldo no va a crecer».

Para neutralizar la «decepción» y el pesimismo por las diferencias sociales, consideró que los gobiernos europeos «tienen el reto de inventar un modelo que acabe con la desigualdad y que sea compatible con el desarrollo económico». «Hoy en Europa hay una sensación de fin de ciclo. Nuestros hijos piensan que no van a vivir tan bien como sus padres, es todo una aldabonazo al sentimiento», subrayó.

Nuevas pautas de consumo

Por otro lado, ante el auditorio eminentemente empresarial, el presidente de IAG abordó también la situación de la aviación comercial y el momento actual de su compañía. Así, el Grupo de aviación facturó 23.000 millones de euros en 2016 y obtuvo unas ganancias netas de 2.000 millones, con más de 70.000 empleados y una flota de 550 aviones, que movió a 100 millones de pasajeros. Además de Iberia y British Airways, es propietarios de las aerolíneas Aer Lingus y Vueling.

Sobre las nuevas pautas de consumo,Vázquez aludió a la revolución «casi antropológica» del bajo coste y su impacto en todos los sectores. En este sentido, señaló que IAG acaba de lanzar una línea low cost de largo radio, promocionada solo en las redes sociales, que ha obtenido una «respuesta espectacular», con 200.000 billetes vendidos en tiempo récord.

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