Cinco consejos para llevarte bien con tus vecinos cuando vas a hacer reforma

La comunicación y el respeto a los horarios son fundamentales para no quebrar la convivencia en la comunidad

Madero Cubero

PISOS.COM

Si vives en un edificio de viviendas, las reformas no solo podrán tu casa patas arribas, sino que el día a día de la comunidad se verá trastocado. Las molestias generadas por las obras pueden llegar a ser desesperantes para los que viven en la misma planta o en la inferior. Si no quieres cruzarte en la escalera con malas caras o que de pronto un vecino te eche la bronca porque no ha podido dormir o porque las zonas comunes están sucias o son intransitables, sigue estos consejos del portal inmobiliario pisos.com:

1. Comunica tus intenciones – Antes de que el equipo que has contratado coja el martillo y la taladradora, habla con tus vecinos en persona y cuéntales que vas a hacer reforma en tu casa. De hecho, en función de la magnitud de la misma, necesitarás su aprobación para llevarla a cabo. Hacerles partícipes de tus planes, fomentará la confianza, sobre todo, si presentas un proyecto detallado con fechas de inicio y fin definidas. También es importante que, si hay algún cambio, lo comuniques con tiempo.

2. Respeta los horarios – Los límites máximos de decibelios permitidos están marcados por ordenanzas municipales. Cuando hay obras, es inevitable que se superen. No obstante, vigila que el personal encargado de llevar a cabo la reforma trabaja en horas que no entren en conflicto con el sueño. Es mejor contratar un albañil más para empezar la jornada más tarde y terminarla antes. Evita los fines de semana, y si no hay más remedio porque se trata de algo urgente, avisa a los vecinos.

3, Siempre disponible – Dale tu teléfono móvil a tus vecinos para que puedan localizarte si surge algún imprevisto. Muéstrate comprensivo ante sus quejas y trata de minimizar el impacto negativo de la reforma en la medida de tus posibilidades. Si no te resulta posible ir en persona a solucionar el problema in situ, pide al encargado de la obra que se responsabilice y se haga cargo de la situación.

4. Aprovecha para hacer algún favor – A lo largo de una reforma, es normal que haya excedentes. Si has alicatado el baño y han sobrado azulejos, quizá otro vecino pueda tirar de ellos para adornar su jardín, por ejemplo. Lo mismo podría pasar con materiales de construcción como ladrillos o listones de madera. Igualmente, si hay un contenedor de escombros, quizá algún vecino pueda aprovecharlo para deshacerse de algo.

5. Comprobar el resultado – Una vez finalice la reforma, no dudes es invitar a tus vecinos a tu casa para ver los cambios y abrir una botella de vino. La gente es curiosa por definición, así que abrirles la puerta te ayudará a estrechar lazos. Además, es una excelente forma de congratularte con ellos y darles las gracias por su paciencia durante todo el proceso.

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