Cinco claves para identificar a los falsos compradores de vivienda

Hay muchos curiosos que únicamente están tanteando y que no tienen un interés real por convertirse en propietarios

Hay compradores que en realidad no están interesados en adquirir la vivienda ABC

Pisos.com

Vender una casa no es tarea fácil. Hay que competir en un mercado en el que no solo nos vamos a tener que imponer a una oferta similar, sino que deberemos enfrentarnos a una demanda exigente y preparada. Un problema añadido es que no siempre vamos a tratar con verdaderos compradores. Hay muchos curiosos que únicamente están tanteando y que no tienen un interés real por convertirse en propietarios. Este perfil consume energía y tiempo, aspectos muy valiosos cuando se está intentando vender un inmueble. En pisos.com sabemos cómo diferenciarlos:

1. Con el descuento por delante. Recibes una llamada de un posible comprador, pero antes incluso de ponerte a hablar de la vivienda y de dar datos esenciales sobre cuántos metros cuadrados tiene, su orientación o si hay que hacer alguna reforma, tu interlocutor te plantea una rebaja agresiva de un tanto por ciento. Esta situación es muy común y detrás de ella hay buscadores de chollos que tratan de dar con vendedores a los que les corre prisa librarse de su casa.

2. Excusas para visitar la casa. Un comprador decidido estará encantado de visitar el piso en venta y comprobar de primera mano sus características cuanto antes. Un simple curioso, remoloneará cuando le sugieras diferentes días y horas para conocer la vivienda en persona. Nunca le vendrá bien quedar contigo y te dará evasivas. Para terminar cuanto antes, dile que te vuelva a llamar cuando tenga un hueco en su agenda. Lo más seguro es que no lo haga.

3. Todo son pegas. Desde que ponen un pie en la propiedad, ya están lanzando reproches no demasiado lógicos. Por ejemplo, si la vivienda se vende a reformar, no es coherente gruñir por la distribución de las habitaciones, la calidad del suelo o el color de las paredes. También hay quien sabe que va a visitar un bajo y se queja de que no entra suficiente luz natural. O que es un quinto sin ascensor y hay que subir muchas escaleras. Esta clase de falsos compradores solo quieren fisgonear.

4. Indecisión continua. Hay personas que no saben decir que no. Es posible que sea por no herir los sentimientos de los demás, pero cuando hablamos de la venta de una casa, es necesario ser directo para ahorrar tiempo y malentendidos. Se trata de compradores que, tras la visita, te dirán que tienen que pensárselo o consultarlo con alguien, pero no estarán dispuestos a señalizar el piso o a cerrar una segunda visita. Esto lo único que significa es que, en realidad, no están interesados.

5. Ir de parte de otro. «En realidad la casa no es para mí, es para mi hijo/amigo». Si te dicen esto de primeras, desconfía. Comprar una casa es algo muy personal, que debe hacerse por uno mismo, no encargárselo a alguien, aunque sea de confianza. Probablemente, se trate de una persona aburrida que solo quiere cotillear para después criticar. Y aunque fuera verdad, en esa primera visita no cerrarás nada porque el verdadero interesado tendría que ver la casa. No pierdas el tiempo.

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