El Papa Francisco I en la Plaza del Vaticano
El Papa Francisco I en la Plaza del Vaticano - EFE

La visita del Papa en mayo reactiva la economía portuguesa

El Banco de Portugal cita la llegada del Pontífice a Fátima como una razón de peso para incrementar del 1,4% al 1,8% sus previsiones de crecimiento económico este año

Corresponsal Lisboa Actualizado: Guardar
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El Banco de Portugal (BdP) ha emitido un informe que revisa al alza las previsiones de crecimiento económico de aquí a 2019: del 1,4% al 1,8%. La sorpresa llega cuando se menciona uno de los principales motivos: no se trata de ninguna medida impulsora ni de ninguna coyuntura aleatoria, sino de la visita del Papa Francisco al país vecino para asistir a la conmemoración el 12 y 13 de mayo del centenario de las apariciones de Fátima.

Serán solo 24 horas las que transcurran para el Sumo Pontífice en terreno luso, pero el impacto positivo ya se deja sentir, especialmente en el sector turístico. Todas las reservas hoteleras están agotadas a lo largo de la amplia franja comprendida entre Lisboa y Oporto, lo que ha disparado no ya el realquiler de habitaciones a precios astronómicos sino las ofertas estrambóticas como pasar esa noche por más de 1.000 euros en un simple saco de dormir.

Se espera un millón largo de peregrinos (o más) en Fátima, tal es la expectación generada. Y sus ramificaciones económicas no se están haciendo esperar.

De hecho, el BdP acompaña su batería de datos con un texto que destaca «la importancia para el turismo de algunas citas a escala internacional, sobre todo el especial el dinamismo para esta industria del viaje del Papa».

Pero, naturalmente, existen causas estructurales cuya solidez cimenta la recuperación económica que parece aliviar al Gobierno socialista de António Costa. Por ejemplo, el nuevo modelo de automóvil que comenzará a construirse en Autoeuropa, la planta del gigante automovilístico alemán Volkswagen en Palmela, cuya capacidad productiva se multiplicará de forma considerable este año y el próximo.

Se han disipado los criterios negativos que atenazaban la cifra global de avance: la transición de modelos en Autoeuropa o el cierre de la refinería de Sinês, de graves consecuencias para las exportaciones. Hoy, sin embargo, este último indicador se ha revitalizado, unido al “fuerte crecimiento de las inversiones empresariales”: del 4,4% previsto en diciembre pasado al 6,8% que hoy se establece para el presente año.

La tasa de desempleo, actualmente del 10,5%, descenderá de la barrera psicológica de la decena para situarse en el 9,9 a final de este año. Y aún bajará más, pues el Banco de Portugal anticipa que caerá hasta el 7,9% en 2019, como consecuencia del buen arranque de 2017.

A este ritmo, el PIB alcanzará niveles comparables al de 2008 dentro de un par de años, es decir, se habrá necesitado de casi una década para la recuperación de la fuerte crisis, que coincidió con la petición de un rescate de 78.000 millones de euros para el país vecino en 2011.

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