La vicepresidenta de la CNMC dice que su papel es «ser mala, malísima» con las inversiones

La vicepresidenta de la CNMC (Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia), María Fernández, ha admitido que su papel es ser «mala, malísima» por controlar las inversiones gasistas para que no presionen al alza los peajes y, por lo tanto, se encarezca el recibo del gas. Fernández ha hecho estas declaraciones en la asamblea de la asociación Gas Industrial, que reúne a más de medio centenar de grandes empresas que consumen más del 50% del total del gas natural que llega a nuestro país.

María Fernández se ha mostrado a favor de aumentar las interconexiones gastistas, «pero con prudencia, sin pasarse con las inversiones y, sobre todo, determinando quién paga las mismas porque al final todo se base en el precio».

El presidente de Gas Industrial, Juan Vila, exigió una energía competitiva para las industrias españolas, pidió un mercado gasista con más liquidez y acusó a las autoridades francesas de «perder el tiempo a ver si tiramos la toalla» con la proyectada interconexión del Midcat. «La ausencia de interconexiones está haciendo perder mucho dinero a las industrias españolas», subrayó, al mismo tiempo que pidió bajar los peajes.

El presidente de Enagás, Antonio Llardén, destacó que en lo que llevamos de año la demanda de gas para las industrias ha subido un 9%, frente al 3,3% de 29016. Abogó por reducir la generación eléctrica con carbón «porque es una contradicción» desde el punto de vista medioambiental y calificó al gas como el «bombero» del sistema eléctrico. También dijo que Francia «arrastra los pies» con el proyecto del Midcat.

La asamblea ha sido clausurada por el secretario de Estado de Energía, Daniel Navia, que ha reiterado el compromiso del Gobierno con el desarrollo del gas natural para cumplir con los objetivos mundiales de descarbonización, pero manteniendo la sostenibilidad financiera y la competitividad industrial.