INÉS BAUCELLS

Spas «exprés» para ejecutivos en tránsito

El empresario Jesper Hougaard acaba de abrir en España una cadena de pequeños spas en aeropuertos

BARCELONA Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

La imagen arquetípica del empresario responde a la de alguien muy atareado, sobrepasado por el estrés, que trabaja casi las 24 horas del día y que no se separa de su móvil. Sin embargo, la revolución que ha generado internet, así como la globalización de otras formas de vida, que no necesariamente se ciñen a las reglas occidentales, ha puesto en escena a otro tipo de emprendedores, que no necesariamente van con un teléfono pegado a la muñeca. Jesper Hougaard es de estos últimos y no porque no vaya vestido de americana o porque sea de la nueva generación de innovadores, sino porque vive fervientemente lo que vende. Tiene 59 años y acaba de lanzar en el aeropuerto de Barcelona Heaven on Earth, una cadena de Spas «exprés» que se expandirá por los aeropuertos de España y de Europa en los próximos 18 meses.

Este empresario danés, que desde 1996 vive en la India —su esposa es de aquel país», no parece irritarse por nada. Se declara un abanderado de la «slow life». ¿Qué significa eso? Pues para empezar, que prácticamente nunca se estresa. Se despierta a las 4.30 de la mañana y medita durante una hora. Hace yoga durante 30 minutos, sale a correr otra media hora y se pone a trabajar de pleno. A las 10 de la noche, ya está en la cama.

Jesper Hougaard
Jesper Hougaard - INÉS BAUCELLS

Parece imposible de lograr si tenemos en cuenta que actualmente acaba de hacer una inversión de 500.000 euros y de crear 35 puestos de trabajo en las tres sucursales de sus pequeños centros de bienestar en las terminales uno y dos en el Prat de Barcelona. Además, tiene pensado alcanzar los dos millones de euros de inversión en la apertura de 39 locales entre España y el resto de Europa. ¿Cómo logra salirse temprano de la oficina y dejar sus preocupaciones en ella? Para él, tiene que ver con que hace cinco años hizo su primera Vipassana. Se trata de un retiro de 10 días en el que se medita y no está permitido hablar con nadie. «Desde entonces, lo hago una vez al año», comenta. Eso le permite, agrega, pensar más claro y tener más tiempo para él. «La meditación me ayuda a fluir mejor, concentrarme y no irritarme, así como disfrutar de lo que sea que esté haciendo», puntualiza. Para él, las nuevas tecnologías nos permiten dedicar menos tiempo a memorizar conceptos o a conectarnos y comunicarnos entre nosotros. Sin embargo, el tiempo extra que ganamos y que deberíamos dedicar a nosotros mismos, a ser «mejores personas», lo desperdiciamos o lo malgastamos «trabajando más».

Hougaard tiene prevista abrir 39 locales en España y el resto de Europa

Hace algunos años abrió en las Maldivas una cadena de 12 spas, para intentar ayudar a los viajeros a desconectarse. «A la gente le cuesta entender el concepto, tuvimos que entrenarles un poco y es lo que haremos también aquí», comparte el empresario. «Queremos que la gente se dé cuenta de la importancia del contacto físico, porque en el fondo todos sabemos que es importante», confiesa.

Técnicas para desconectar

Para ello, ofrecen masajes de espalda, cabeza, pies, manos, cuello y hombros, que duran desde 15 minutos hasta una hora. La idea es que a través de técnicas orientales de reflexología, los viajeros, que suelen ir estresados y con prisas, puedan «desconectar». «Como los obligamos a apagar el móvil, cuando terminan, nuestros clientes se dan cuenta que si te dedicas 30 minutos al día, el mundo no se va a ir a la banca rota», comenta seguro de sí.

«La meditación te permite ser consciente de todo lo que haces, de lo que comes, de lo que bebes, de la reunión en la que participas y el correo electrónico que envías», profundiza. Para él, todo lo que hacemos es una elección, y relajarse y darse tiempo para uno mismo es una premisa básica para poder disfrutar de la vida. En su empresa, para propiciar lo anterior entre sus empleados, han hecho cambios importantes, como ofrecer comida orgánica y saludable, así como solo utilizar botellas de agua que sean de cristal (para cuidar del planeta). Además, «obligan»” a sus empleados a tomar uno de los tratamientos que ellos ofrecen por lo menos una vez cada tres meses. No está mal.

En su opinión, el problema con los empresarios que se dejan llevar por el estrés, que no se separan del móvil y que viven abarrotados de trabajo es la «codicia». «Es lo que tendríamos que evitar todos, pues nunca tiene final», explica, «nunca es suficiente». «Hay gente que amasa fortunas que no podrá gastar aunque viva mil veces, eso es algo totalmente negativo para la sociedad y tendría que acabar», agrega. Las de Hougaard son nuevas formas de hacer negocios, sin lugar a dudas.

Ver los comentarios