Roma levantará el secreto de los contratos del Estado con los Benetton

El vicepresidente del Gobierno italiano y líder del Movimiento 5 Estrellas, Luigi Di Maio, ha anunciado que se levantará el secreto de los contratos que en su día firmó el Estado con Autostrade para la concesión de autopistas, y ha dado a entender que se producirá una polvareda cuando se conozcan las ventajas que disfrutó la familia Benetton, principal accionista de esa compañía. Autostrade es la responsable del puente de Verona que se desplomó hace unas semanas.

Di Maio ha reiterado que el Ejecutivo va a retirar las concesiones a Autostrade, filial de Atlantia, subrayando además que será nacionalizada. Sobre el puente Morandi de Génova que causó 43 víctimas al derrumbarse, Luigi Maio declaró en una entrevista a Sky que «no puede reconstruirlo Autostrade; como máximo, ha de poner el dinero, pero lo debe construir una empresa del Estado, así podremos controlar la calidad de la reconstrucción. Además, vamos a quitar el secreto que se impuso a los contratos de Autostrade y retirarle las concesiones. Estamos convencidos de que se deben nacionalizar las autopistas. En el Gobierno, ninguno quiere volver a dar las autopistas a los Benetton», familia que ostenta la mayoría de acciones de Atlantia-Autostrade, grupo que se hizo, junto con ACS, con el control de la española Abertis.

El consejero delegado de Atlantia-Autostrade, Giovanni Castellucci, anunció el mismo día en que se ofició el funeral por las víctimas de la tragedia en Génova que destinarán 500 millones de euros para la emergencia, siendo la prioridad los familiares de las víctimas y el medio millar de evacuados. Con cierto desdén, el Ejecutivo respondió que se agradecía el ofrecimiento, pero que la cantidad se debía multiplicar al menos por cuatro.

Castellucci también dijo que Autostrade podía reconstruir el puente en ocho meses, algo que los técnicos no creen y calculan que serán necesarios al menos cuatro años.

Las diferencias en cuestiones económicas en el Gobierno populista de coalición de Italia son más profundas de lo que pretenden mostrar la Liga y el Movimiento 5 Estrellas (M5E).

Por ejemplo, la posición en el Ejecutivo sobre la nacionalización de Autostrade no es tan unánime como el líder del M5E, Luigi Di Maio, suele dar a entender. Es más, algunos destacados miembros de la Liga son contrarios o prefieren pronunciarse con gran cautela. Por puro populismo, Di Maio habla mucho por eslóganes, que después se debe tragar, como le ocurrió con su propuesta de «impeachement» por alta traición del presidente de la República.