«La renta básica no es exclusivamente de izquierdas»

Juan Torres López, autor «La Renta Básica», pide un «serio debate» para que la sociedad eliga democráticamente sobre esta asignación

Juan Torres López, LUIS SERRANO

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La renta básica es un debate recurrente durante los últimos años en España:los principales partidos -desde el PPandaluz hasta Podemos o Ciudadanos- han defendido con diferentes modelos la necesidad de asegurar un mínimo nivel de vida a cada persona, a través de algún tipo de remuneración. Con el objetivo de guiar al ciudadano de a pie, el catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Sevilla, Juan Torres López (Granada, 1954), acaba de publicar «La Renta Básica: ¿Qué es, cuántos tipos hay, cómo se financia y qué efectos tiene?». El autor ha sido también secretario general de Universidades e Investigación de la Junta de Andalucía.

Torres ha firmado numerosos libros de temática económica, y colaborado puntualmente en el programa económico de Podemos en 2014 y, más recientemente, con el PSOE. En su opinión, «hay argumentos de extraordinario peso a favor y en contra de la renta básica». Por lo que exige «un debate serio» para que la sociedad decida democráticamente sobre este modelo, que «no es exclusivamente una propuesta de izquierdas». Sobre todo lo anterior habla este académico:

—¿Qué opinión le merece el experimento de renta básica finalizado recientemente en Finlandia?

—Sacar conclusiones es muy aventurado porque ha ocurrido lo que suele sucederle a las experiencias de renta básica: que dan resultados que se pueden leer en un sentido u otro. En este caso, parece que la renta básica no comporta por si sola mayor capacidad o seguridad de crear empleo. Ni tampoco genera ese desincentivo exagerado a no buscar trabajo, que a veces se le critica. Además, una experiencia con 2.000 personas y en un solo país es, a mi juicio, casi algo simbólico. Posiblemente los adversarios de la renta básica puedan utilizar el experimento para criticarla y los defensores para defenderla.

—¿Cree que, en España, es posible establecer una renta básica, condicionada o no? ¿Qué modalidad de las que propone se adaptaría mejor?

—No se puede decir anticipadamente cuál sería más o menos la adecuada, porque las políticas sociales tienen un coste y la sociedad debe decidir. Porque en el fondo no hay una solución técnica, sino una moral o política y ahí los economistas, como es mi caso, no entramos. Tengo mi opinión como ciudadano y estudioso.

«Una experiencia con 2.000 personas y en un país, es algo casi simbólico»

—¿Es la renta básica una propuesta exclusiva de la izquierda?

—Creo que no es correcto decir que la idea de la renta básica sea exclusivamente una propuesta de izquierdas, porque si se entiende como sustitutiva del Estado del Bienestar es una medida liberal o conservadora. Es decir, depende de cómo se aplique puede tener una etiqueta u otra. La renta básica es una idea que tiene mucha enjundia: lo importante es plantear el debate sin etiquetas y con honestidad.

—¿Piensa que el debate sobre la renta básica volverá a sobrevolar sobre la campaña electoral?

—Es inevitable que este debate se planteé y, con toda la seguridad, volverá a pasar porque también se está produciendo en países avanzados y nosotros estamos obligados a tenerlo. El Partido Popular en Andalucía defiende la renta básica y la ha reclamado, incluso, al Partido Socialista en Andalucía. Otros partidos como Ciudadanos hablan de complementos que podrían asemejarse a cierta modalidad de renta básica. El PSOE también va en esa línea. Mientras que Podemos también habla de algunas rentas condicionadas, por ejemplo.

—¿Hace falta esfuerzos como el del libro para que el ciudadano valore con el mayor número de elementos?

—Suelo decir que a favor y en contra de la renta básica hay argumentos de extraordinario peso. No caigamos en la demagogia a la hora de combatirla y defender la renta básica, porque no lo merecen los ciudadanos. Hagamos un debate serio, ya que hay razones de sobra, muy fundadas y rigurosas para criticarla o defenderla. En la simplificación, la banalización, está el empobrecimiento de la democracia que conduce a usar argumentos nula calidad.

—¿Es hora de replantearnos el Estado del Bienestar, tal y como lo hemos conocido?

—Sin duda, el Estado del Bienestar ha estado muy vinculado, por ejemplo, al pleno empleo masculino. Hoy en día las condiciones son muy diferentes: parece que el pleno empleo a tiempo completo es muy difícil de conseguir. Estamos en un momento histórico diferente, si bien podríamos considerar constante la necesidad de garantizar ingresos a la población. El hecho de que cambien las condiciones macroeconómicas o las laborales hace que tengamos que pensar en un tipo de propuesta diferente.

Los «deberes» del próximo Gobierno

Interrogado sobre los retos del próximo Ejecutivo, Juan Torres afirma que «es imprescindible que abordemos el tema de la deuda, porque es una bomba sobre la que estamos sentados». Además señala que «sin actividad productiva y, concretamente, sin actividad industrial o de servicios con alto valor añadido, una economía del siglo XXI no progresa». También cree necesario introducir la «problemática medioambiental» en nuestros problemas económicos y hacer frente a la creciente desigualdad. Sobre el contexto político actual avisa que«es díficil que los negocios, el empleo o la inversión progresen cuando un país se está convirtiendo en un pugilato permanente».

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