El negocio de los gimnasios está en forma

El volumen de negocio del fitness sobrepasó los 2.000 millones de euros en 2017

El spinning es una de las especilidades que buscan muchos usuarios de gimnasios ROLDÁN SERRANO

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Irrumpieron en el mercado en plena crisis económica y se hicieron hueco con un modelo de negocio que resultó más que atractivo. Las cadenas de gimnasios low cost no solo compiten con unos precios asequibles, sino que ofrecen además nuevas y grandes instalaciones, con las últimas máquinas y tecnologías lo que redundaba en una mejor calidad. Así se extendieron por todo el país favorecidos además por nuevas tendencias en los hábitos de los consumidores que buscaban una más saludable y hacer deporte.

Hoy estos centros deportivos de bajo precio han desplazado por completo a los gimnasios de toda la vida. Y son los principales motores de crecimiento de un sector económico que genera muchos millones, como demuestra el último estudio realizado por Deloitte y la asociación EuropeActive. En 2017, el volumen de negocio del fitness llegó 2.235 millones de euros en nuestro país, un 3% más que el año anterior. Los gimnasios contaban con 5,2 millones de usuarios y había 4.420 centros fitness por todo el territorio. Somos el quinto país de Europa con mayor mercado de centros deportivos. Unas veces totalmente privados, otros cien por cien públicos y también con una fórmula mixta como puede ser instalaciones municipales y gestión privada. «La particularidad más clara del sector de fitness español en relación a los mercados europeos son los centros concesionales. Esto es centros generalmente de gran escala con instalaciones deportivas y de ocio de muy alta calidad y, en su mayoría, desarrollados a través de una concesión administrativa», explica Arturo Gayoso, socio de Financial Advisory de Deloitte.

Dura competencia

Si bien los centros low cost, que ya están muy masificados, han sido los impulsores de este negocio del fitness, la feroz competencia entre estas cadenas también está dando lugar a una concentración de la oferta. «Es un proceso natural de los sectores en evolución a la madurez», sostiene Gayoso. De hecho, el reciente VII Informe Gimnasios Low Cost en España, elaborado por la consultoría Valgo Investment, refleja que, por tercer año consecutivo, el número de gimnasios de bajo coste se incrementó en 2018 un 8,8% respecto al año anterior. Había 259 centros en manos de 41 empresas. Sin embargo, a principios de 2019, eran 39 operadores (dos menos) los que gestionaban 282 gimnasios. Hoy día seis empresas (el 15,4% del total) tienen 182 centros (el 65% de la oferta). «El último fin de la saturación del mercado es que queden los operadores más potentes», sentencia Miguel Ángel Oroquieta, Socio Director de T4 Franquicias.

«El mercado en España está evolucionando hacia la madurez, lo que significa que el cliente cada vez tiene un mayor conocimiento de la oferta y un mayor grado de experiencia de uso, lo que le convierte en un usuario cada vez más exigente que trata de optimizar el valor de su dinero», estima Gayoso.

En los gimnasios hay inscritos 5,2 millones de usuarios

Y eso está dando lugar a otro fenómeno. Las cuotas de 15, 20, 25 y 30 euros al mes, que eran el mayor reclamo de los gimnasios low cost, ya no pesan tanto en los usuarios. Por eso, nuevos conceptos también se abren camino en el sector. «Los usuarios cada vez tienen más claro cuál es el valor que esperan del servicio, estándo dispuestos a pagar precios más altos por una oferta de calidad. Por ello, considero que el futuro se encuentra más en la oferta diferenciada que en el bajo coste y la masificiación», cree Gayoso.

Por tanto, otros pueden llegar y desbancar de su reinado al gimnasio low cost, como en su momento éste acabo con los gimnasios familiares de toda la vida. «Ahora que la economía se vuelve a normalizar, vuelven a surgir modelos de negocio más orientados a incrementar el servicio y la especilización de actividades, como ha hecho el concepto boutique y otro tipo de actividades muy especializadas», cuenta Miguel Ángel Oroquieta.

Los centros boutique

Prueba de ello es la llegada a España del gigante americano Orangetheory Fitness, presente en más de 24 países y con más de 1.500 centros en funcionamiento. En 2017 facturó más de 800 millones de dólares y las previsiones para 2018 apuntan a mil millones. Hace dos años llegaron a Madrid. Abrieron su primer centro en la Moraleja y otro en la Avenida Brasil a través de su filial en España. Este año quieren abrir tres estudios en Barcelona, otro en Pozuelo de Alarcón (Madrid) y el quinto en Córdoba. En sus planes está la apertura de más de 20 centros.

Seis operadores gestionan el 65% de los centros low cost del país

Hacen gala de un concepto mucho más disruptor: son centros boutique, espacios más reducidos, menos costes fijos y de funcionamiento y con las últimas tecnologías. «Nos dirigimos a un consumidor con poder adquisitivo medio alto, que busca una atención pesonalizada y un entrenamiento eficaz. La gente está dispuesto a pagar más por tener unos resultados. Por tanto, el precio no es una barrera para nosotros», dice David Estébanez, Director of Franchise Development Spain de Orangetheory Fitness. «El low cost tiene un público diferente y conviviremos», augura.

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