La industria española que alicata el mundo

Las empresas azulejeras han resistido la crisis con diseño e innovación y ya exportan el 75% de su producción

Una muestra en el salón internacional del sector azulejero en una imagen de archivo ROBER SOLSONA

Belén Rodrigo

La cerámica es un sector con mucha tradición en España y aunque goza de reconocimiento por la calidad y diseño de su producto, es poco conocido y valorado su modelo de negocio. Son muchas las razones que explican su buen funcionamiento, a pesar de haberse visto afectado por varias crisis. «Es un sector con mucha tradición desde hace mucho tiempo, que ha superado todas las crisis que han ocurrido; la última ha sido muy dura y nos hemos reinventado», cuenta a ABC Vicente Nomdedeu, presidente de la Asociación Española de Azulejos y Pavimentos Cerámicos (Ascer) . «Somos líderes en conocimiento e innovación y eso permite que nuestros procesos, productos y comercialización estén siempre al día», añade.

En los últimos años el sector de la cerámica ha hecho un gran esfuerzo por diversificar la funcionalidad del producto. «Se utilizaba para baños y cocinas y hoy en día está en las fachadas, en las aceras de las ciudades y reviste tanto hábitat externo como interno», resalta el responsable. Se trata de una industria concentrada en un área, con el 85% de las empresas en la zona de Castellón y más del 90% están asociadas a la patronal. «Eso permite que el conocimiento e innovación se desarrolle más. Es un clúster horizontal y vertical, están conectados los proveedores y los colaboradores. Hay mucha colaboración entre empresas y todo eso permite mantener el liderazgo en el mundo», reflexiona Nomdedeu. El sector reclama más protagonismo ya que «tenemos el ideal de libro de lo que es un modelo de negocio y hasta ahora lo sabemos en Castellón y en Europa y queremos que se sepa en España, el valor que da a la sociedad, para mantenerlo y replicarlo en otros sectores».

El 85% de las empresas pertenecientes a este sector industrial están concentradas en la zona de Castellón

La palanca de crecimiento más importante de la cerámica en los últimos años ha sido la exportación y «es consecuencia de otras cosas que hacemos». Según los últimos datos facilitados por Ascer, se han exportado en 2017 un total de 2.700 millones de euros y se han vendido 800 millones en el mercado nacional. «Traemos de fuera cerámica por valor de 70 millones», aclara el presidente de la patronal. Antes de la crisis, el sector estaba creciendo y además estaba invirtiendo. «La última crisis fue una parada brutal e inesperada, cuando las empresas estaban muy endeudadas. Por contra, esto facilitó la entrada de capital extranjero gracias al cual se refinanciaron las empresas», explica Vicente Nomdedeu.

Si antes de la crisis España exportaba el 60 % y consumía el 40%, se ha producido un cambio importante en el porcentaje ya que las exportaciones superan el 75% debido a la caída del mercado nacional y al aumento de las ventas fuera. La mayor parte de las empresas son medianas y familiares pero existe mucha colaboración entre ellas. Y aunque la cerámica atraviesa ahora unos años de bonanza , los responsables se muestran cautelosos y preocupados por el reciente parón. Los mercados estratégicos son el nacional (el que más compra), Francia y EE.UU. «Europa va a seguir creciendo pero no al ritmo que esperamos; el Brexit nos frena las ventas», explica Nomdedeu. «De las exportaciones, el 50-60 % van a Europa, el 25% a EE.UU. y el resto a todo el mundo aunque hay zonas más difíciles como el norte de África, ahora bloqueado», añade. Para 2018 se esperan también cifras de crecimiento pero si en 2017 fueron del 6%, en el 2018 se prevé un 1,5%.

Reivindicaciones

Desde ASCER quieren alzar la voz para reivindicar medidas que permitirían al sector ser aún más competitivos con otros mercados. «En España y en Italia están los dos clúster más importantes que existen pero en otros lugares tienen costes más bajos en personal y en energía e incluso en las materias primas», resalta su presidente.

El factor energético es una de las principales preocupaciones del sector, por su elevado consumo de gas. «Pedimos un coste energético a la altura de los países competidores. La cogeneración en el sector es una herramienta para reducir los costes que permite ser más competitivos en el mercado», explica el presidente de Ascer. Las plantas de cogeneración permiten aprovechar el calor de la quema de gas natural para generar energía que se consume en la propia industria. La patronal reclama también un buen plan industrial para España para que represente un mayor porcentaje sobre el PIB y recuerda que son necesarias buenas infraestructuras para acercar el producto de gran volumen y peso a los mercados naturales de la industria. El Corredor del Mediterráneo es imprescindible para mejorar los costes de transporte.

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