David Rothschild
David Rothschild - AGENCIAS

La guerra de los Rothschild

La familia regresa a los tribunales por los derechos de su apellido y su utilización estratégica para posicionar sus negocios financieros

BERLÍN Actualizado: Guardar
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La familia Rothschild vuelve a los tribunales en pos de los derechos de su apellido. Un contrato familiar que data de los años 20 prohíbe a los Rothschild utilizar su apellido para posicionar negocios y sus miembros han ido sorteando este obstáculo añadiendo al nombre otras referencias, pero la guerra abierta entre dos primos Rothschild, Benjamin y David, libra ahora una nueva batalla legal en el campo de la comunicación institucional.

Benjamin, cabeza de Groupe Edmond de Rothschild, llevó hace medio año a David ante los tribunales franceses por haber creado una empresa llamada Groupe Rothschild que a menudo, en publicidad, comunicación interna y eventos, abreviaba estratégicamente su nombre dejándolo reducido a la segunda palabra. La importancia de llamarse Rothschild, dirimida en los juzgados, era la manifestación de una confrontación financiera debida a que los dos negocios habían entrado en una competencia frontal en los mercados.

Groupe Rothschild es una banca de negocios, pero su filial Paris Orleans se centra en la gestión de patrimonios, terreno en el que trabaja Groupe Edmond Rothschild. David Rothschild, por su parte, ha fusionado la empresa de la vertiente francesa con la británica por primera vez desde el siglo XIX y trata de posicionarse como el gran y principal heredero de James Rothschild. Para evitar este avance sobre el patrimonio del apellido, Benjamin decidió emprender la vía judicial.

Groupe Rothschild, cuya sociedad holding es Paris Orleans, votó un cambio de nombre por el de Rothschild & Co, terminando así con la paciencia del primo Benjamin, cuya empresa ha anunciado una nueva causa judicial. "Deploramos esa decisión, porque equivale a apropiarse del uso del nombre de la familia Rothschild, sin ninguna distinción de sus elementos y aumentando la confusión entre grupos", ha dicho el Grupo Edmond de Rothschild en un comunicado en el que anuncia la continuidad del proceso judicial este otoño.

Lejos de tratarse de una cuita familiar sin importancia, estamos hablando de la herencia del único gran banco familiar que queda en Occidente. El nombre se convirtió en una referencia de las finanzas gracias a Guillermo IX, conde de Hesse-Kassel, que al refugiarse en Dinamarca huyendo de las tropas napoleónicas confió en 1806 su fortuna a Mayer Amschel Rothschild. Actualmente la herencia está repartida entre la empresa de David, con sede en París, y la de Benjamin, con sede en Ginebra.

Si ahora se recrudece la pugna por el apellido es porque los Rothschild, unos y otros, perciben la actual coyuntura como especialmente insegura. Lord Jacob Rothschild, director de RIT Capital Partners, un fondo fiduciario de 2.3 mil millones de libras esterlinas, ha advertido a sus inversores de que el mundo está inmerso en la situación geopolítica más peligrosa desde la II Guerra Mundial debido al "extremismo en Oriente Medio, a la agresión y expansión por parte de Rusia y a la debilidad de una Europa amenazada por un acuciante desempleo y la incapacidad de emprender reformas estructurales".

La pugna se ha recrudecido por la inseguridad de la actual coyuntura económica

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