Los gimnasios apelan a su papel social para reclamar la vuelta al IVA reducido

El sector, que facturó 2.710 millones en 2016, recupera lentamente el vigor perdido

BELÉN RODRIGO

Desde el 2012 se han cerrado en España 800 centros deportivos y gimnasios. Fue en ese año cuando el sector pasó de tributar un 8% de IVA al 21%. Entonces, el 92% de las instalaciones vio peligrar su negocio como consecuencia de la medida y del contexto económico del país. « Muchos centros tuvieron que subir los precios y sobre todo reducir su personal», explica a Empresa Alberto García, gerente de la Federación Nacional de Empresarios de Instalaciones Deportivas (Fneid). Otros sectores afectados con la subida, como el teatro, los toros o las discotecas, han vuelto a la tasa reducida, ahora del 10%. Pero la práctica del deporte no. «No sabemos por qué», afirma García.

El sector cuenta con 4.300 gimnasios e instalaciones deportivas, facturó 2.710 millones de euros en el 2016 (1,8% más que el año anterior) y genera entre 50.000 y 60.000 puestos de trabajo directos, con fuerte presencia de mujeres y jóvenes. Pero a pesar de ser un sector consolidado no atraviesa su mejor momento de rentabilidad. Y lo que más preocupa a los empresarios es que no se tomen las medidas adecuadas para concienciar a la sociedad de la importancia de la práctica deportiva. «Hay 5 millones de usuarios de los 4.300 gimnasios e instalaciones que existen en España», afirma el gerente de Fneid. Es decir, aproximadamente un 10% de la población, «aunque hay personas que practican deporte sin necesidad de ir a un centro». En nuestro país mueren al año más de 50.000 personas por causas relacionadas directamente con el sedentarismo, según datos del Ministerio de Sanidad, y la tasa de obesidad infantil alcanza el 18%. El 73% de los españoles no cumple con los mínimos establecidos por la OMS sobre la práctica deportiva.

Los pequeños locales afirman que el sector es muy sensible al precio

«Somos un sector vinculado directamente a la salud y queremos facilitar el acceso a los centros a todo el potencial de la sociedad», añade García. No entiende por qué las autoridades no toman medidas para cambiar la realidad cuando todos los datos que existen muestran los beneficios, a todos los niveles, que tiene la práctica del ejercicio físico. Un informe del Consejo Superior de Deportes (CSD) cifra en 2,9 euros el ahorro en gasto público sanitario y farmacéutico por cada euros invertido en actividad física «e incluso otro estudio habla de un ahorro del 7 euros por cada euro invertido», puntualiza el representante de Fneid. La bajada del IVA «repercutiría positivamente en los usuarios, tanto mediante un ahorro en sus cuotas como en la mejora de los servicios que ofrecen las instalaciones» y sería una forma de no «discriminar al sector». Otros sectores, como Pero no es lo único que se puede hacer, «entre todos tenemos que meter la actividad física en el hábito de vida», puntualiza.

Hay que recordar que en los Presupuestos Generales del Estado de 2017, el Gobierno incluyó que los espectáculos en directo (teatro, conciertos, circo o toros) retornaran a un IVA reducido del 10 %, junto con las gafas y lentillas graduadas, y con la promesa de incluir también el cine en las cuentas de 2018.

Una subida desproporcional

Rafael Garrido es el socio gerente de Enzo Sport Spa, un gimnasio en Valencia de 1.500 metros cuadrados. Abierto desde 2007, «notamos la crisis con la subida del IVA de 2012», asegura. Cree que el aumento de 13 puntos «fue desproporcional, una barbaridad. Nosotros asumimos una parte pero fue necesario subir un poco los precios. Fue una medida que tomaron bastantes gimnasios», añade. La cuota de este gimnasio era de 39 euros y cinco meses antes de la subida del IVA Garrido decidió bajar 3 euros «porque empecé a notar las dificultades económicas de la gente». Cuando llegó la medida «tuve que subir 2 euros, y en mi caso hizo mucho daño». En el 2012 eran 16 trabajadores y ahora son 11. «Fue necesario una ampliación de capital para seguir abiertos y aun así hemos despedido a cinco personas, una de ellas este mismo mes», reconoce. Se lamenta que esté tan desvalorizado el precio de los gimnasios, «la cuota media está un 20% por debajo de lo que sería un gimnasio sostenible». Él ha optado por subir un poco más los precios (42 euros al mes) «para poder garantizar la calidad». Si el IVA baja al 10%, «tengo claro que bajaría los precios».

«Estamos vinculados a la salud y queremos facilitar el acceso a los centros a toda la sociedad», esgrime la patronal

Otros sectores, como los espectáculos en directo y de gafas y lentillas ya pasaron del 21 al 10% de IVA

La misma decisión tomaría Jaime Gross, director general de Viding, que cuenta con tres gimnasios en Sevilla, Madrid y Tarragona, todos ellos concesiones administrativas. El primero que abrieron fue en Sevilla, en octubre de 2013. «Las negociaciones de la concesión fueron anteriores a la subida del IVA por lo que nos afectó mucho, nuestro margen se veía afectado en 13 puntos», cuenta. De los 39 euros de cuota inicial prevista tuvieron que subirla a 44 euros y reestructurar todo su plan de negocio. «Este sector es muy sensible y el precio afecta mucho al número de usuarios», asegura Gross. «Queremos acceder a más población y con precios más bajos se consigue. Pero también con otras medidas». Pone el ejemplo de Alemania, donde la factura de los centros deportivos es desgravable hasta 450 euros.

Todos coinciden en señalar que más ejercicio físico supondría más salud para los españoles, ahorro médico para las autoridades, más empleo y más beneficios para las empresas. Todos ganan.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación