El esfuerzo en saneamientos de la banca baja a niveles previos a la crisis

Las provisiones frente a la morosidad hechas por las entidades españolas caen al 29% de los ingresos netos y #al 0,5% del crédito total concedido

El saneamiento del Popular elevó las dotaciones conjuntas del sector al cierre de 2016 ABC
Moncho Veloso

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La banca española tardó en reaccionar al pinchazo de la burbuja inmobiliaria y al estallido de la crisis financiera, pero cuando lo hizo tomó medidas contundentes . Las entidades del país han hecho en la última década saneamientos por más de 220.000 millones de euros para cubrir las pérdidas ligadas a créditos morosos e inmuebles adjudicados . Esas dotaciones se llegaron a comer todos los ingresos de los bancos. Ahora, al calor de la recuperación económica y la consecuente reducción de la morosidad, ese esfuerzo en saneamientos ha bajado prácticamente a los niveles anteriores a la crisis, mejorando sus beneficios y rentabilidad.

Cuando en 2012 el Gobierno obligó a la banca a aflorar toda su morosidad y sanear los balances de una vez por todas vía real decreto , esta hizo provisiones ese año por 82.547 millones de euros. Esa cuantía era dos veces y medio (253,6%) el margen neto (ingresos menos gastos) del sector y el 4,07% del crédito total concedido (ver gráfico), las dos medidas usadas para medir el esfuerzo en saneamientos.

Al término del primer trimestre de este ejercicio las dotaciones anuales hechas por el conjunto del sector bajaron al 29,7% del margen neto , cerca del 20% en que se movía antes de 2007. Además, el coste del riesgo se redujo hasta el 0,49% del crédito total , casi al mismo nivel que la media de 0,43% registrada entre los años 2000 y 2007.

«El esfuerzo anual de provisiones está llegando a un nivel que podemos considerar normalizado, medido en porcentaje de la cartera de crédito y del margen neto», señalan desde uno de los principales bancos del país.

La tendencia a nivel europeo es la misma. Las dotaciones frente a insolvencias hechas por las 20 principales entidades comunitarias en la primera mitad de 2017 ascendieron a unos 20.000 millones, el nivel más bajo desde los seis primeros meses de 2006, según un informe de Deutsche Bank Research que apunta incluso a que algunos bancos han liberado ya provisiones.

Reducción de la morosidad

Esa normalización en el esfuerzo de dotaciones frente a pérdidas se explica por una reducción de la morosidad y mejora de la calidad de los balances bancarios ligadas a la recuperación económica. La buena evolución macroeconómica de España, con el PIB creciendo al 3%, y la recuperación del mercado laboral, con la creación de medio millón de puestos de trabajo al año, han mejorado la capacidad de empresas y familias de pagar sus deudas, reduciendo así la entrada de los préstamos en mora y, por tanto, la necesidad de hacer provisiones.

La tasa de morosidad del sistema ha bajado en los últimos ejercicio mes a mes hasta situarse en el 8,7% , desde el máximo del 13,4% que registró en abril de 2014. Además, los bancos están acelerando la reducción de las provisiones al vender carteras de créditos morosos. Esta tendencia se inició a mediados de 2014, cuando el volumen de créditos en situación de impago del sector comenzó a reducirse. Aun así, ese año las provisiones del sector todavía suponían casi la mitad del margen neto, en concreto el 49,5%, y el coste del riesgo estaba aún en el 0,9%.

Pese a esa reducción de los saneamientos, la banca española, que tiene una de las tasas de cobertura más elevadas de la UE, con unas provisiones iguales al 59,1% del total de crédito, no está pudiendo recuperar o liberar aún ese exceso dotado en la última década. Más aún cuando los requerimientos regulatorios son a día de hoy mucho más estrictos y el sistema bancario está a punto de adoptar un nuevo método de cálculo de las dotaciones.

Palanca para la rentabilidad

Por ejemplo, el próximo 1 de enero entrará en vigor una nueva normativa contable internacional (IFRS 9) por la cual los bancos pasarán a provisionar en función de la pérdida esperada en cada crédito y no la incurrida , como hasta ahora. Aunque el Banco de España estima que el impacto será neutro para el conjunto del sector, algunos bancos no son tan optimistas.

Como fuere, en un momento de debilidad de la actividad crediticia y menores ingresos, la menor necesidad de provisiones es una de las razones que explican la mejora de la cuenta de resultados en los dos últimos ejercicios, y en los próximos trimestres seguirá siendo una palanca fundamental. Si el drástico saneamiento de 2012 llevó al sistema a pérdidas por primera vez en su historia, las menores dotaciones están siendo ahora clave en el aumento de los beneficios y la estabilización de la rentabilidad en terreno positivo.

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