La economía española alcanza ya su nivel precrisis pero con dos millones menos de empleos

El crecimiento acelera este trimestre con más rapidez de lo calculado por el Gobierno y este mes la economía ya ha recuperado su nivel máximo de 2008

MADRID Actualizado: Guardar
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El Producto Interior Bruto (PIB) ya ha superado en el mes de mayo su nivel precrisis, nueve años después del máximo que alcanzó en 2008. Como confirman fuentes oficiales, el PIB real ya ha recuperado el nivel previo al estallido de la burbuja inmobiliaria, los 1,124 billones que alcanzó en el tercer trimestre de 2008. La razón de ello es la aceleración de la economía en el segundo trimestre, que ha sorprendido a Gobierno y analistas por su intensidad.

Tras la cascada de revisiones al alza del crecimiento anual para 2017 que se han dado en los últimos meses, el siguiente paso entre los servicios de estudios ha sido mejorar sus previsiones de crecimiento para el segundo trimestre. El que la Semana Santa este año haya caído en abril, unido a los favorables datos de afiliación de dicho mes –se crearon 212.212 empleos–, ha provocado que el nivel precrisis del PIB se haya recuperado antes de lo previsto.

BBVA Research revisó al alza hace escasos días su previsión de crecimiento para el segundo trimestre a una horquilla que baila entre el 1% y el 1,1%, mientras que la Autoridad Fiscal lo sitúa en el 1%.

El Ejecutivo preveía que el hito de alcanzar el nivel de PIB precrisis se lograría a lo largo del segundo trimestre de 2017, sin precisar más, pero esta cota se ha alcanzado ya en el ecuador del trimestre. Entre enero y marzo, el PIB repuntó un 0,8% con lo que, según cálculos de la economista de la Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas), María Jesús Fernández, se quedó a cuatro décimas escasas de volver al nivel máximo que alcanzó en 2008: es decir, en el primer trimestre el PIB había recuperado el 99,6% de lo perdido durante la crisis. Con la economía creciendo al menos al 0,8% este trimestre, este nivel ya ha quedado atrás.

El ministro de Economía, Luis de Guindos, ya abrió la puerta hace unos días a que, en base a los primeros datos que llegan a su departamento, el PIB repunte en el segundo trimestre incluso más del 0,8% que creció entre enero y marzo ya que observa una «aceleración adicional». «Según los indicadores adelantados, en el segundo trimestre del año la economía española estaría creciendo a un ritmo igual o superior al del primer trimestre (0,8% según el avance del INE), lo que supone una tasa media anual superior al 3%», desgranan desde el Ministerio de Economía. Para el conjunto del año, la Comisión Europea y el Banco de España auguran un 2,8% de crecimiento y BBVA estima un 3%, superior al 2,7% que calcula el Ejecutivo.

La recuperación se apoya en el consumo, que continúa creciendo impulsado por la fortaleza del empleo. Pese a ello, Economía advierte que la demanda interna «se ha desacelerado ligeramente en los meses transcurridos del año por la moderación del consumo privado», apunta Economía.

Miguel Cardoso, economista jefe para España de BBVA Research señala que parte del impulso de la demanda interna en los últimos años «proviene de factores que no se van a repetir». «Por ejemplo, muchas personas no renovaron su coche o compraron una casa durante años, temiendo perder su trabajo, y cuando vieron que la economía empezó a mejorar, se materializó gran parte de esta demanda embalsada. Este consumo ya da muestras de agotamiento y se está normalizando», explica Cardoso.

El factor diferencial, en definitiva, están siendo el comercio exterior. «La inversión habría ganado dinamismo, impulsada en parte por el favorable comportamiento de las exportaciones. Las exportaciones se consolidan como el componente más dinámico del PIB», describen en Economía. Hasta febrero las ventas al exterior crecieron al 8,5% y en su última revisión al alza, el Gobierno mejoró la contribución de la demanda externa en una décima al 0,5 frente al 2,2 de la interna, que también revisó el Ejecutivo otra décima al alza por el aumento de la inversión.

Bienes de equipo al alza

«Nunca se había invertido en maquinaria y equipo tanto en España como ahora. Supone un 7,5% del PIB, niveles de 2007, y este vigor nos hace pensar que se está invirtiendo en sectores dirigidos a las exportaciones», añade Miguel Cardoso.

Lo cierto es que si el PIB español se mira al espejo se encontrará con una imagen bien distinta de la que tenía antes de la crisis. Si en 2008 las exportaciones de bienes y servicios suponían el 25,8% del PIB, ahora ascienden al 33,2%. Al mismo tiempo, la balanza de pagos en 2016 superó el 2% del PIB y encadena cinco años en positivo, algo que no había ocurrido desde que arranca la serie histórica de la Comisión Europea en 1960. Ello significa que España lleva un lustro financiando al resto del mundo, ya que la balanza de pagos mide los intercambios que recibe y genera un país con el exterior.

Otros reflejos son menos favorecedores. «Lo interesante es que el PIB actual es muy diferente, con menor peso de la construcción y más de exportaciones. Es más sostenible. Al mismo tiempo tenemos el mismo PIB de 2008 pero con dos millones menos de trabajadores, lo que señala que la recuperación del empleo es más lenta. Somos más productivos, es la otra cara de la moneda. Será entrada la década de los veinte cuando se recupere el nivel de empleo previo a la crisis», analiza María Jesús Fernández.

España produce más que en 2008 pero si en el primer trimestre de dicho año sumaba 20,62 millones de ocupados ahora esta cifra es de 18,44 millones, según la Encuesta de Población Activa (EPA). Asimismo, el paro en 2008 era del 13,79% mientras que en marzo ascendió al 18,75%, un nivel similar al de 2009.

Los sueldos tampoco son los mismos a los que aparecen en el reflejo previo al estallido de la burbuja inmobiliaria. Al tomar la remuneración de los asalariados, en 2016 ascendió a 526.098 millones de euros, un 47% del PIB. Un montante que supone un 6% menos de los 559.777 millones que alcanzó en 2008 –un 50,08% del PIB–, cuando la economía superaba los 20 millones de ocupados, pero también inferior a los 530.986 millones de 2011 –un 49,5%–, año en el que España acabó con 18,15 millones de ocupados, menos que en la actualidad.

«Las expectativas que se crearon no se correspondieron con la realidad, y eso ya es irreversible. De 1980 a 2008, el PIB per capita creció un 2,1% cada año. Si hubiera seguido creciendo así durante la crisis, hoy el PIB per cápita sería entre un 15% y un 20% mayor que en la actualidad. La sociedad estaba acostumbrada a este ritmo de mejora», sostiene Miguel Cardoso.

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