El cuarto de siglo de parálisis económica que convirtió a Italia en el «enfermo de Europa»

El auge del populismo complica una coyuntura lastrada por la falta de reformas, burocracia, corrupción y una deuda gigantesca

Giuseppe Conte, el jurista propuesto por la Liga Norte y el M5E a primer ministro EFE
Ángel Gómez Fuentes

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Hay un famoso aforismo del escritor y guionista Ennio Flaiano –escribió con Federico Fellini «La dolce vita»- que dedicó a Italia y tendrá que actualizarse rápidamente: «La situación política italiana es grave, pero no es seria». Pero la confusión y caos que ha vivido la política y la economía en Italia desde las elecciones del 4 de marzo, es grave y también seria, según consideran todos los analistas.

En realidad, Italia lleva paralizada un cuarto de siglo , con su economía estancada, porque no ha completado una serie de reformas necesarias. Si partimos de 100 en 1995, el PIB (Producto Interior Bruto) per capita equivale hoy a 106. La media de la Eurozona, quitando a Italia, está en 135, lo que supone un crecimiento medio anual del 1,4 %. Y ya se sabe que cuando no se crece durante tanto tiempo, algunos se hacen más ricos, pero la mayoría empeora . Italia se convirtió así en un campo abonado para que el antisistema Movimiento 5 Estrellas y la Liga Norte, de extrema derecha, capitalizaran el malestar y la protesta de los ciudadanos contra la clase política.

Varios son los pecados capitales en la economía y política de Italia que colocan a este país en la cola del crecimiento europeo. El gobernador del Banco de Italia, Ignazio Visco , ha citado la corrupción y la mafia como dos de los problemas más graves. En efecto, la corrupción siempre se ha visto como el mal italiano . Tangentopoli eliminó a una clase política que era prácticamente la misma, la democracia cristiana, desde la segunda guerra mundial. Hoy entre el 80-90% de los italianos está convencido de que se ha vuelto a la situación de corrupción de aquella época. Solo en evasión fiscal, el Banco Mundial da la cifra de 60.000 millones, es decir el 4 % del PIB.

Inseguridad jurídica

La lentitud de la justicia es otro grave problema . Muchos inversores huyen de Italia porque una multinacional no puede estar esperando años –la media es de 7,5 años- para que se resuelva un conflicto. Terrible es igualmente la burocracia. El exceso de permisos o reglas que hay lo paraliza todo. Se dice que hay en Italia 150.000 leyes, una locura. Son menos en realidad, en torno a unas 10.000, a las que hay que añadir otras 27.000 leyes regionales.

La consecuencia directa para los ciudadanos es que han pasado prácticamente 20 años sin que haya habido un aumento de renta per cápita. En abril todos los periódicos italianos se hicieron eco de una noticia que tuvo gran impacto en el país: El sorpasso , el adelantamiento de España sobre Italia en renta per cápita , calculado según la técnica del poder de compra. El español tendría una renta per cápita de 38.286 dólares, frente a 38.140 por parte de los italianos. Y en los próximos años será peor aún para los italianos. Según los datos del Fondo Monetario Internacional, reelaborados por el «Financial Times», en el año 2022 España será un 7 % más rica que Italia. Lo dramático para Italia es si echa la vista atrás, porque hace 10 años, Italia era un 10 por 100 más rica que España.

La llegada del nuevo gobierno formado por los dos partidos populistas ha creado temor e inquietud en Italia y en las cancillerías europeas. Su programa de gobierno tiene un coste superior a los 100.000 millones de euros para pagar sus muchas promesas: Renta de ciudadanía de 780 euros a una persona sin trabajo, que puede llegar a 1700 si está casada y con dos hijos menores de 14 años, rebaja de impuestos -el IRPF tendrá solo dos tramos de 15 % y 20 %- y una contrarreforma de las pensiones rebajando la edad de la jubilación. El grave problema es que no hay dinero para pagar ese libro de los sueños . Lo recuerdan en estos días los mercados, la prima de riesgo que ha tocado los 200 puntos –más del doble de la española-, los inversores extranjeros que tienen unos 686.000 millones en títulos de Estado, y las agencias de calificación crediticia.

Alarma europea

La advertencia llegó también desde Bruselas el pasado miércoles: la Comisión Europea ha vuelto a dar la alarma sobre las cuentas públicas italianas (su deuda pública alcanza el 132 % del PIB, la segunda más alta de la eurozona después de Grecia), pidiendo que haga más esfuerzos para reducir esa deuda. La situación del sisetma financiero, con una las mayores carteras de créditos dudosos de toda Europa termina de perifilar un panorama muy poco alentador.

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