El coste total de un coche de gas es un 12% inferior al de gasolina y un 18% al eléctrico

El Clúster Autogas subraya que los «brutales» costes del coche eléctrico no compensan su reducción de emisiones

S. E.

El coste total TCO (Total Cost Ownership), que incluye el coste de adquisición y mantenimiento a 10 años con 20.000 kilómetros recorridos al año, de un coche impulsado por gas licuado del petróleo (GLP) o autogas es un 12% más bajo que el de un coche de gasolina, y un 18% inferior al de un eléctrico.

Así se desprende del informe «Estudio tecnológico y de mercado de combustibles alternativos en España» realizado por la consultora Applus IDIADA, por encargo de la Asociación Española de Operadores de Gases Licuados del Petróleo (Aoglp) y el Clúster Autogas.

En el estudio se han comparado el coste, las emisiones, la autonomía, la infraestructura y la oferta de vehículos de los principales combustibles alternativos: el GLP, el gas natural vehicular (GNV) y los vehículos eléctricos.

Así, el estudio concluye en cuanto a coste TCO que el GLP es el más barato (30.000 euros), debido al precio del combustible -muy similar al del GNV e inferior a la gasolina y al diésel- y a un menor coste de adquisición y de instalación de suministro.

En el otro punto se encuentran los vehículos eléctricos, que aunque dedican mucho menos coste al combustible -2.997 euros frente a los 10.450 de un GLP y los 15.576 de un gasolina-, su elevado coste de adquisición no termina de rentabilizarlos.

Esta es la principal razón que ha esgrimido el director general del Clúster Autogas, José Luis Blanco, para aseverar que, actualmente, los «brutales» costes del coche eléctrico no compensan la reducción de emisiones.

Blanco ha aclarado que el coste no es la principal razón, sino también la escasa autonomía (200 kilómetros) de los coches eléctricos, que en el caso de los vehículos GLP y GNV está en la línea con los de gasolina y diésel, al contar con depósitos de estos combustibles.

Es por todo esto, unido también a la falta de infraestructura, por lo que Blanco, que ha destacado que el GLP y el GNV emiten alrededor de un 14% menos de dióxido de carbono (CO2) que un gasolina, lo que lo hacen una mejor opción para reducir la contaminación en el corto y medio plazo.

Recargas

Y es que Blanco ha explicado que los 800 puntos de recarga eléctricos públicos -frente a los 603 de GLP y 60 gasineras- no son suficientes, ya que estos no funcionan como una gasolinera convencional, al requerir como mínimo en la carga rápida de 40 minutos.

Y para demostrar la escasa utilidad doméstica de un coche eléctrico fuera del entorno urbano, en el estudio de IDIADA han realizado viajes de prueba desde Madrid hasta A Coruña, Barcelona y Sevilla. En los tres casos el tiempo empleado por los coches GLP y GNV fue similar al de los gasolina y diésel, a pesar de que estos dos últimos tuvieron que parar a repostar en una ocasión.

Sin embargo, el coche eléctrico tuvo que parar a repostar en más de una ocasión, con un tiempo de repostaje de varias horas, lo que le hizo consumir prácticamente el doble de tiempo, en el caso de Barcelona algo menos.

Eso sí, el coste de estos repostajes fue de prácticamente cinco veces menos que su contraparte de gasolina y tres veces menos que los otros combustibles alternativos.

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