Cómo perder 4.000 millones de euros en menos de un año

A principios de siglo, Elizabeth Holmes y su empresa Theranos prometían revolucionar la tecnología biomédica. Su modelo de negocio, centrado en modificar los análisis de sangre, y su potencial, hacían prever unos resultados millonarios a medio y largo plazo. La consagración se consiguió el año pasado, cuando Forbes incluyó a la joven directiva en su ránking de las mujeres más ricas del mundo. Menos de un año después, sin embargo, el sueño ha llegado a su fin.

Según la revista, Holmes ha dilapidado su fortuna de 4.500 millones de dólares (casi 4.000 millones de euros). Completamente. La joven promesa de Silicon Valley -se llegó a decir que podía ser sucesora del mismísimo Steve Jobs- ha pasado de ser una de las empresarias más influyentes de su entorno a no tener ningún patrimonio. La caída de Elizabeth Holmes está íntimamente ligada a la de su empresa, que ha pasado de ofrecer un revolucionario y novedoso sistema a ser sospechosa de fraude.

Aunque el declive viene de antes, se materializó a principios de 2016. Cuando la salida a Bolsa de Theranos era una realidad, varios medios de comunicación influyentes comenzaron a publicar reportajes en los que dudaban de la validez de los test de sangre realizados por la «start-up». Todo ello se vio acompañado por una investigación federal que pretendía determinar si la compañía había engañado a sus accionistas sobre el potencial de los títulos.

Ante este entorno alarmista, muchos inversores han retirado en los últimos meses su apoyo a Theranos. Algunos incluso se plantean denunciarla. Dado que el patrimonio de Holmes estaba íntimamente relacionado con el valor de las acciones de su compañía, las dudas sobre la legalidad de Theranos ha provocado que la empresaria haya desaparecido de la revista Forbes.

La situación podría todavía empeorar, ya que se prevé que en agosto se publique la investigación, un golpe que podría ser definitivo para la corporación. Mientras, la fortuna de Holmes se ha desplomado. Simplemente por las dudas que arroja la viabilidad de su compañía.