La banca privada venezolana vuelve a la normalidad

Los once directivos de Banesco detenidos están repartidos entre el penal de La Planta y la cárcel de mujeres de Los Teques

Clientes de Banesco hacen cola para sacar sus ahorros por miedo a una intervención del Estado EFE

Ludmila Vinogradoff

La banca privada venezolana ha vuelto a la normalidad este fin de semana tras haber vivido un viernes negro lleno de nerviosismo por la sorpresiva intervención y control impuestos por el régimen de Nicolás Maduro y el encarcelamiento de once directivos de Banesco.

De las tres entidades -Banesco, Banco Occidental de Desarrollo (BOD) e Italcambio- que fueron objeto de controles de la Superintendencia de Bancos como la incursión «desproporcionada» de comandos militares vestidos de negro con pasamontañas y armados con fusiles largos, solo el primero fue el más afectado por la medida.

El BOD, cuyo dueño es Víctor Vargas, suegro de Luis Alfonso de Borbón, miembro de la realeza española, envió un comunicado para tranquilizar a su clientela. «Las operaciones del banco se desarrollan con total y absoluta normalidad. Reiteramos que nos comprometemos con Venezuela, los clientes, accionistas y relacionados».

Por el lado de Banesco, el twitter de @sudebaninforma (Superintendencia de Bancos) aseguró que «la junta administradora directores y funcionarios de Banesco garantizan la estabilidad del sistema financiero, la continuidad operativa del banco y la protección de los derechos de los clientes».

La junta interventora de Banesco añade que «todo el procedimiento se está realizando con total normalidad y en un ambiente de cordialidad y cooperación».

El presidente de Banesco, Juan Carlos Escotet, regresó este viernes a Caracas tras dejar temporalmente sus funciones como presidente no ejecutivo de Abanca. Sus empleados (unos 7.000 en nómina) lo recibieron con una fuerte ovación emotiva. Lo primero que aclaró fue que «la intervención administrativa de Banesco tendrá una duración de 90 días. No es un proceso de estatización; por lo tanto, los accionistas de Banesco mantenemos la propiedad del banco».

Aseguró que no había motivos para la intervención, todo era un asunto político. Escotet regresó a Caracas para dar la cara y defender a sus compañeros presos, «a mis compañeros de Banesco Venezuela les quiero decir que mantengan el ánimo en alto: son ustedes quienes han hecho posible este banco y mantener un servicio de calidad para 8 millones de clientes».

Los once directivos de Banesco recibieron orden de privación de libertad por parte de un tribunal de control de Caracas por un presunto delito contra la moneda nacional, según notificó el Tribunal Supremo de Justicia. Fueron distribuidos en diferentes penales según el sexo.

Los hombres fueron encarcelados en un anexo de La Planta, centro de Caracas, como el presidente ejecutivo español Óscar Doval, los vicepresidentes Jesús Irausquín, Carlos Lorenzo López, Pedro Pernía, el consulto Marco Ortega y los gerentes Delvi Romero y Cosme Betancourt. Mientras que las mujeres Belinda Omaña y las oficiales de cumplimiento Teresa Prisco, Carmen Teresa Lorenzo y Liz Sánchez fueron trasladadas al Instituto Nacional de Orientación Femenina (Inof), cárcel de mujeres, en Los Teques.

«Todos están desconsolados», informó la periodista Elyangélica González tras el traslado y encarcelamiento de los ejecutivos bancarios.

A su llegada a Caracas, Escotet no fue molestado por las autoridades migratorias. Ha asegurado que «no hay razones financieras que justifiquen la intervención administrativa ni por un día, mucho menos por 90 días» a Banesco Banco Universal, «la más grande del país» con más de ocho millones de cuentas.

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