La banca maniobra para evitar repetir el «drama» de las cláusulas suelo

La aprobación de nuevos estímulos por parte del BCE y el caso del IRPH amenazan los beneficios de las entidades financieras

Laura Montero

Se multiplican las dificultades para el sector bancario español. La decisión del Banco Central Europeo (BCE) de mantener los tipos de referencia a cero al menos hasta 2022, rebajar el tipo de interés del depósito en diez puntos básicos y poner en marcha una nueva operación de compra de deuda soberana socavan el ya tocado negocio de las entidades financieras, obligadas a buscar soluciones ante un entorno cada vez más adverso .

Los principales bancos que operan en España están notando los efectos de las medidas expansivas del regulador europeo , que comenzaron en 2016 y que, a juzgar por el último anuncio de Mario Draghi, tienen visos de prolongarse en el tiempo.

Entidades como Bankia tuvieron que recortar su previsión de beneficios para el próximo año por la política monetaria del BCE. El consejero delegado de la entidad, José Sevilla, aseguró durante la presentación de los resultados semestrales que Bankia sería incapaz de alcanzar los 1.300 millones de euros para 2020 contemplados en su Plan Estratégico (2018-2020). Otras como Caixabank o Sabadell también redujeron su estimación de beneficios para el presente ejercicio. Desde 2016, estas tres entidades se han dejado más de 14.000 millones de capitalización bursátil.

Lo cierto es que no está siendo un año fácil para el sector , que desde enero hasta el cierre de ayer acumula una pérdida en Bolsa de unos 13.400 millones de euros. Además, solo entre julio y agosto los bancos han sufrido un desplome bursátil de casi 20.000 millones de euros .

Sin sorpresas

Con el anuncio de Draghi ya digerido , ayer todos los valores bancarios cerraron en positivo, con Sabadell (7,80%) y Caixabank (7,27%) anotándose las mayores ganancias.

El doctor en Economía y profesor de la Universidad Europea de Canarias, Jon Frías, atribuye a dos posibles factores este repunte: por un lado, que la decisión del BCE estuvo en sintonía con lo esperado , incluso mejor que las estimaciones de una parte del mercado, que creía que la facilidad marginal de depósito bajaría hasta el -0,60%, y por otro, el sistema de «tiering», que evita un castigo por los primeros excesos de liquidez, lo que, en su opinión, «va a repercutir en las cuentas de resultados de los bancos». Como recuerda este experto, con el «tiering», los bancos alemanes se ahorrarán 900 millones al año en remuneración al BCE por exceso de liquidez, los franceses 700 millones y los españoles unos 400.

No obstante, la patronal del sector bancario español ya ha advertido de los desafíos que deben afrontar las entidades. El portavoz de la Asociación Española de Banca (AEB), José Luis Martínez Campuzano, dijo ayer que en un escenario de bajos tipos de interés «es fundamental que los bancos sigan mejorando su eficiencia, que pasa por una combinación de la continuidad de ajustes de gastos con un aumento de los ingresos ». El presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, también aseguró, después de conocer las nuevas medidas del BCE, que la banca debe reflexionar sobre su modelo de negocio.

Batalla judicial

A la banca española se le abre, además, un nuevo frente judicial: las hipotecas referenciadas al IRPH. La publicación de la opinión -no vinculante- del abogado general del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) sobre los préstamos hipotecarios referenciados al IRPH ha reabierto de nuevo la incertidumbre sobre los efectos que tendría una posible oleada de reclamaciones.

Lo cierto es que aún queda camino por recorrer para que los hipotecados puedan llegar a reclamar por otra vía que no sea acudiendo a los juzgados -primero el TJUE y después los tribunales españoles deben recoger antes la opinión de abogado-, pero el ambiente generado ha recordado en el sector a lo ocurrido años atrás con las cláusulas abusivas y si algo hay claro es que se quiere evitar el desgaste de reputación que se sufrió entonces.

Desde la AEB recuerdan que la posibilidad de reclamar sobre el índice IRPH a la entidad con la que se ha contratado el préstamo «es una opción siempre abierta al cliente y forma parte habitual de su relación con la empresa». Si bien, apuntan a que la opinión del abogado general «no implica una decisión, ni obliga a un cambio, por lo que no tiene sentido crear la expectativa de que se puede establecer un procedimiento de reclamación generalizada por este asunto concreto».

Como fuere, la posibilidad de una sentencia negativa ha vuelto a poner al sector en el punto de mira y ha abierto la veda a las estimaciones sobre su posible impacto. Uno de los últimos informes realizados ha sido el de la consultora Afi, que asegura que «las implicaciones potenciales dependerán de cuál sea el efecto de dicha nulidad».

Así, establece tres diferentes escenarios. En el de máximos se contempla la devolución total de los intereses pagados en dicho contrato (el IRPH más el diferencial aplicado, sobre él que estiman que no ha sido superior a 10 puntos básicos de media). En un escenario intermedio, la devolución se correspondería a la diferencia entre ese IRPH más 10 puntos básicos y el Euribor. Y el que los analistas consideran «más razonable financieramente» sería la diferencia entre el IRPH más 10 puntos básicos y el Euribor más diferencial del mercado, que estiman que en media se ha situado en 75 puntos básicos.

Así, según sus cálculos, la banca habría generado unos 38.600 millones de euros en intereses acumulados en el periodo 2003-2018 , por las hipotecas concedidas con el IRPH como referencia. «Si esos préstamos se hubieran concedido referenciados a Euribor 12 meses sin diferencial, los intereses generados hubieran ascendido a aproximadamente 26.400 millones de euros, lo que supone una diferencia de aproximadamente 12.200 millones».

Finalmente, si esos préstamos se hubieran concedido referenciados a Euribor 12 meses más un diferencial de 75 puntos básicos, «esos intereses ascenderían a unos 33.900 millones de euros aproximadamente, dando como resultado una diferencia de unos 4.700 millones de euros frente a lo pagado bajo IRPH más su diferencial». Todas estas estimaciones se basan en los créditos concedidos quince años atrás, hasta el momento que existen registros públicos sobre concesión referenciada a IRPH, que de hecho coinciden con los años de mayor actividad registrada de concesión hipotecaria.

Desde Afi puntualizan que estas estimaciones se tratan de medias y que, como tales, «resumen el promedio de situaciones individuales en las que las diferencia puede ser mayor, o en situaciones en las que puede ser menor o incluso negativa, como los hipotecados en los que el tipo en su hipoteca a IRPH más su diferencial haya sido temporalmente inferior que la que le hubiera correspondido a Euribor más 75 puntos básicos».

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